domingo, 27 de septiembre de 2009

NOCHE DE ALCARAVANES
Los Magistrados de Puno y la apología al anarquismo
Por : Marco V. Santos DLG
La Policía Nacional del Perú, es y ha sido tratada por los gobiernos de turno como inquilino de quinto patio, en donde han metido la mano los políticos a su antojo y bajo el dominio de sus intereses y apetitos personales o de grupo. Ministros del Interior y Directores Generales le endilgaron armas, uniformes, vehículos y material logístico diverso en pésimas condiciones, obsoletas, de costo oneroso, sin practicidad de uso e inutilisables en las diferentes facetas del servicio policial. Estas adquisiciones no eran acciones negligentes de los comandos de la PNP o acciones de estafa de los proveedores, sino que eran fríamente calculados por estos, para obtener pingües ganancias por los pertrechos inadecuados. Una de las tragedias modernas de esta institución tutelar del Estado ha sido la unificación a la paporreta y sin planificación de la misma efectuada por el actual gobierno en su primera gestión, originando el nacimiento de una policía todista que a la postre no sabe nada ni soluciona la problemática de la delincuencia común y perniciosa, mostrándose ante la población como una autoridad virtual que se le ve en el servicio pero cuando uno acude a ella no se la encuentra o desaparece del campo visual.
Esta problemática del latrocinio en banda que sufre la institución mencionada, va concatenada con su uso y empleo en la solución de problemas sociales de los pueblos de todas las regiones, originados por las metidas de pata del Congreso Nacional, del Consejo de Ministros o del propio Presidente, como son el moqueguazo, el baguazo, el oroyazo y los que vendrán posteriormente, con saldo de vidas de ciudadanos que visten el glorioso uniforme policial.
Todo este entuerto queda como una zapatilla ante la actitud de un magistrado de la ciudad de Puno cuyo nombre no merece mencionarse siquiera, por respeto a esta columna y sus lectores, que fue intervenido por la PNP por conducir su vehículo en total estado de beodez y que al ser conducido a la comisaría de la jurisdicción trató de lo peor a los efectivos de servicio, en donde por cierto no se hallaba el comisario, que no tuvo mejor idea de esconderse seguramente en los SS.HH. o bajo el catre, buscando ser recomendado por el poder judicial para ser condecorado o ascendido. Este magistrado que ha llegado a ese cargo por favores de desconocida naturaleza por el momento o por la no existencia de una institución que los forme por concurso, que los prepare y profesionalice, como la Escuela Diplomática del Perú o las Escuelas de Oficiales de las FF.AA., alcoholizado y talvez drogado se negó a pasar el dosaje etílico y es más intentó sobornar a sus captores, no ha recibido sanción alguna y por el contrario continúa en su cargo y es más ha sido nombrado como responsable de la seudo comisión para elegir al magistrado excelente y probo de esa localidad y que estamos seguros recaerá en su misma persona.
El común de los rufianes y salteadores que conforman la lacra delincuencial nacional tienen la mejor oportunidad para elegir a este mal elemento del Poder Judicial como su líder y guía, al que seguramente le erigirán su monumento en la plazuela principal de Pucará o de los barracones del Callao.
Las actitudes de este magistrado y de otras autoridades del estamento público a lo largo y ancho del territorio nacional en contra de la Policía Nacional del Perú, son la demostración de la triste y penosa animadversión contra la institución referida, que a la postre significa una apología al anarquismo y al caos político y social por el que navega esta nación desde el día siguiente de la jura de la independencia y el nacimiento de la república. Email : marsangal@hotmail.com. Blogspott : parnasoppslibresxxi.