viernes, 13 de noviembre de 2009

NOCHE DE ALCARAVANES
Policía Judicial y Expedientes X
Por : Marco V. Santos DLG
La Policía Judicial viene a ser en el papel, el brazo uniformado del Poder Judicial y del Ministerio Público peruano y elemento componente de la Interpol a nivel internacional. Sin su apoyo ni presencia permanente en el territorio patrio, de costa, sierra y selva, no se podría efectivizar los seguimientos y capturas de ciudadanos justiciables nacionales o extranjeros. Esta unidad especializada de la PNP, recibe constantemente presiones de autoridades civiles, militares, eclesiásticas y hasta de su propio comando, para no capturar a personas con poder económico, social y político, colocando a esta unidad operativa entre la espada y la pared. Esta situación se vendría dando en la actualidad ante la no efectivización de las capturas de conspícuos integrantes de las barras bravas del gobierno regional del Cusco, no obstante de tratarse de una ciudad con ámbito urbano reducido, con domicilios conocidos de los requisitoriados, con el clamor popular generalizado que exige la captura de los facinerosos que se embolsillaron el dinero de las obras públicas. Estas falsas inoperancias e ineptitudes ocasionadas por terceros, a cambio de favores o de grandes sumas de dinero nuevamente dejan mal parada a la PNP.
Situación casi similar se vivió el año 1997, cuando la Jueza del Tercer Juzgado Penal, Dra. Fresia Mendoza, ordenó la captura del Alcalde del Cusco de ese entonces, por estar involucrado en varios ilícitos penales, circunstancia en la que intervino el Jefe de la Décima Región Policial Cusco, Luis Pérrigo actualmente declarado prófugo y reo contumaz con residencia en Miami – EE. UU. , juntamente que los Malca, Guevara y otros que co gobernaron con Fujimori y Montesinos; prohibiendo al Mayor Jefe del Departamento de la Policía Judicial la efectivización de la captura del burgomaestre cusqueño. También se tuvo el pedido de clemencia de administradores de transnacionales hoteleras, del clero y otras instituciones. Todo esto fue puesto en conocimiento de la magistrada en referencia, quien tomo debida nota y brindó su apoyo a la Policía Judicial para que pueda cumplir su misión sin presiones ni amenazas. Es así que se infiltró un efectivo policial de inteligencia entre las huestes de la autoridad edilicia por capturar y que en ese momento ya se hallaba en situación de prófugo. Este se escondió en un distrito del sur de la ciudad y luego en otro de las provincias altas. Todos sus movimientos eran conocidos e informados con la debida anticipación; hasta que se conoció que cierto día emprendería viaje a un país vecino, lo que se frustró con su captura en su propio domicilio, teniendo entre manos las ordenes de allanamiento respectivas, contándose con la necesaria presencia del Fiscal de Turno.
Cuando se le comunicó al jefe policial mencionado líneas arriba, sobre la captura efectuada y del pedido de los medios de información locales y nacionales, para que diera su conferencia de prensa, este indignado y mal humorado adoptó actitudes negativas contra el Departamento de la Policía Judicial y su jefe, lanzando una serie de amenazas, alcanzando a cumplir algunas de ellas, para darse a la fuga al extranjero al poco tiempo.
En este mismo diario se ha brindado al Jefe de la Policía Judicial las direcciones con referencias incluidas de los sátrapas del gobierno regional, hoy conocidos como la reserva inmoral del Cusco, ante el pedido burlón y sarcástico de que se le colabore con brindarle datos sobre los requisitoriados.
Se tiene conocimiento que algunos efectivos de esta unidad operativa de la PNP estarían siendo cambiados por ser renuentes a aceptar las presiones de terceros, para no capturar a los funcionarios, seudo empresarios y demás sátrapas de baja estofa. El comando policial lejos de hacer movimientos sospechosos del personal de esta unidad que se encuentra en el ojo de la tormenta, debería de incrementar sus efectivos y recursos logísticos y formular sus planes de operaciones con la participación de los servicios de inteligencia, de migraciones, etc. ; http://parnasoppslibres.blogspot/.com

martes, 10 de noviembre de 2009

EL EVANGELIO


SEGÚN


LÁZARO





ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº


AUTOR :MARCO VLADIMIRO SANTOS DE LA GALA

EL EVANGELIO SEGÚN LÁZARO

I

Lázaro se puso de pie y su cuerpo, su piel y su vida se caían a pedazos. Su rostro dejaba ver su blanquecina casi azulada calavera. La lepra le descubría el alma y permitía que la brisa fresca de las noches del desierto choque en él. Las vendas y tiras de algodón que cubrían su cuerpo de pies a cabeza, trataban de evitar que su piel y los dedos de sus manos queden regados en los pasadizos y cuartos de la casa. Sentose en un viejo asiento de junco y cuero de oveja en el rincón del patio polvoriento y jugueteaba con la arena, tratando de esconder bajo las piedrecillas las uñas de los dedos que acababan de caérsele. Esta circunstancia tan penosa y permanente a ratos lo desmoralizaba queriendo ponerlo en un estado de crisis y desesperación que podría llevarlo al suicidio para poner fin a sus días de una vez por todas. Pero al poco rato primaba la cordura y recordaba que había recaído en su persona la misión de Dios, para exaltar a su hijo. Y Lázaro ay, siguió agonizando.

Aún no había cerrado sus ojos para acceder al sueño eterno y en ese largo trance veía a sus hermanas Marta y María llorar a mares, arrojando por bajo sus pupilas temblorosas las aguas tibias de todos los ríos del mundo, empozándose en el suelo y humedeciendo sus ropas blancas de gasa y tul. Sus amigos de infancia rodeaban su lecho de agonía. Los vecinos conversaban en el patio y en los pasadizos. Los niños e hijos de los presentes, asomaban sus cabezas con cabellos despeinados en el zaguán de la puerta de calle, juntamente que los perros conocidos y vagabundos.

María que antes había derramado sus mejores perfumes en los pies y tobillos cansados y ampollados del Maestro, para que su piel se suavice y tengan fragancia permanente, …///
- 01-
///…
y que los secaba con sus largos cabellos castaños, sabía que el maestro vendría a Betania en cualquier momento, para dar aliento a su hermano menor, antes que emprenda el sueño eterno. Y Lázaro ay, siguió agonizando.

El Maestro al recibir el mensaje de María de que aquel a quién mas amaba se encontraba muy enfermo y a apunto de morirse, díjoles a los que le seguían que la enfermedad de Lázaro no era mortal, por que estaba ordenada por su padre para gloria de Dios, por que, por medio de ella el hijo del hacedor sería venerado. Los judíos debían saber que Lázaro era el instrumento sagrado elegido por Dios para la gloria eterna del maestro redentor. Y Lázaro ay siguió agonizando.

El amor del Maestro hacia sus hermanos no era de este mundo pero era simple y franco. Esto se comentaba en la comarca, hasta los confines del desierto y los valles de Betania. Este amor traslucía estando cerca y estando lejos. Y Lázaro ay siguió agonizando.

El Maestro les dijo a los judíos que tendrían que ir a Betania, pese a haber sido amenazado con ser apedreado. La urgencia radicaba en que Lázaro dormía el sueño profundo, pero no aquel sueño natural que puede tener cualquier hombre, sino el del hombre elegido, que debía dormir el sueño eterno. Y Lázaro ay siguió agonizando.

No obstante que el Maestro ya lo sabía, por que en cierto momento sintió que una daga le atravesaba el corazón y le salían lágrimas de sangre, le dijeron que su hermano había partido en su viaje eterno. Era necesario e importante para Dios que su hijo no estuviese presente en el momento de la partida, en el lecho de muerte, en el cuarto del deceso, en la alcoba del dolor y la desazón.

Amigos y familiares del fallecido prorrumpieron …///
- 02 -
///…
en llanto estremecedor. Unos arañaban las paredes de caliza y hacían caer el polvo impregnado en ellos. Otros caían al suelo y clamaban piedad. El dolor intenso de la gente hacía aullar a todos los perros de la comarca. Transeúntes y viajeros se apeaban de sus caballos y dejaban sus cargas de trigo y centeno para entrar a rezarle a su entrañable amigo Lázaro. Era tan querido en su pueblo que su partida sin ayuda ni soporte causaba aún más dolor. Para Betania era como si se le quitara a su hijo más querido.

Ya no verían por las calles polvorientas y en el atardecer al hombre de la triste figura, arrastrando vendajes y caminando en forma lenta apoyándose en las paredes, en los portales y en el hombro de amigos que lo acompañaban. Ya no vivirán con la persona que ayudaba a las mujeres a llevar sus cargas de fruta, de panes y verduras. No estará la sombra con vida ni el hombre sin vida que jugueteaba con los niños y les narraba cuentos que nacían prestamente en su imaginación.

II

Lázaro de pronto se percató que se encontraba navegando sobre una canoa muy estrecha, donde solo cabía su cuerpo entumecido y protegido por sábanas blancas. Sus pies estaban casi descubiertos y tras los vendajes asomaban los dedos con sus uñas arqueadas y amarillentas que amenazaban con caerse al maderamen de la pequeña nave al garete. Diose cuenta a los pocos minutos que estaba surcando un gran pantano, con troncos secos y sin hojas, cuyas raíces sobresalían y rozaban silenciosamente el cuerpo del viajero. No sabía donde había empezado el viaje ni hacia donde se dirigía.

El recorrido era por ratos lento y otras veces rápido, pero nunca se detenía ante ningún remanso. El agua era cristalina pero por su olor a clorofila y fango, parecía haber estado detenida por mucho tiempo, sin que nadie la importune ni estremezca. Se escuchaba solo el surcar de su canoa ya que no había ninguna otra, ni …///
- 03 -
///…
pescadores con mallas ni redes, tampoco niños lanzando piedras o arrancando hojas o florecillas marchitas. Trataba de mirar el horizonte y solo encontraba un ambiente amarillento y casi denso, no había montañas ni cerros que acompañen su viaje, mucho menos nubes blancas ni oscuras. Quiso encontrar gaviotas revoloteando por sobre su cabeza o calandrias veloces saludando su paso. Solo quedaba el recuerdo de las aves y su trinar en lo profundo de su cerebro, pero eran muy vago y casi imperceptible.

Esperó por muchas horas que viniese el atardecer y la noche para poder descansar y talvez dormir, empero el clima apacible y su color amarillento casi pardo no cambiaba de tonalidad. No había frío ni calor, ni ventisca ni brisa que pudiese alborotar su ropaje finamente acomodado. Podía percibir los ungüentos y perfumes que le colocaron sus hermanas a los pies y cerca de sus sienes.

Trató de encontrar a su rededor a parientes o amigos presentes, pero estaba solo surcando el pantano de las indecisiones y de las dudas. Talvez el supremo hacedor estaría definiendo el camino de su última morada. Dijo para sí, que se encontraba purgando sus culpas y sus penas y que ese viaje podría ser eterno. No sería el limbo por que no era un niño sin uso de razón, tampoco un patriarca esperando la redención de la humanidad, esperando la venida del hijo de Dios.

A duras penas pudo sentarse y sacar sus manos del envoltorio cual capullo al cual había sido introducido por los suyos. Cogióse de la canoa y volteó para atrás, con el fin de encontrar la mano de la persona que daba fuerza a su vehículo y le impelía para que pudiese navegar sin detenerse, sin hacer ruido ni levantar olas. Lejos de asustarse por su soledad y su presencia en el extraño paraje, se puso muy triste y la pena lo invadió hasta hacerlo llorar. Se preguntaba si su familia lo había abandonado, si sus amigos lo habían olvidado o si el Maestro había renunciado a su amor.

Su mente iba a explotar por tantas ideas y preguntas …///
- 04 -
///…
sin resolver. Pensó si la muerte era igual para todos y si todos los fallecidos tendrían que surcar las aguas sin destino ni horizonte. Sería talvez un sueño muy profundo y pasajero del cual tendría que despertar en cualquier momento y al ocurrir esto se encontraría rodeado de sus hermanas y amigos, recostado en su lecho tan querido y abrigador. Se veía acariciando a su perro, conversando alegremente con sus hermanas y dialogando con mucho amor con su Maestro, también veía su imagen a orillas del río de Betania, lavando sus sábanas y vendajes y echándose agua con un pocillo de calabaza seca en los cabellos. Pensaba que vería desde su cuarto con olor a eucaliptos e incienso, el fondo de su patio y los pasadizos de la casa, las cortinas envejecidas pero limpias, la mesa de madera con restos de pan y vasos con un poco de vino.

No despertó del sueño ni tampoco pudo dormir. Su estado era real pero ajeno a su existencia. Él nunca había pedido vivir el tormento de soñar y dormir con los ojos abiertos. Sería la prueba de la que tanto le había hablado el Maestro. Pero aún así la soledad era mucha para haber sido en vida un pobre doliente; la tristeza era extensa para un hombre que nunca hizo llorar a su madre ni a los suyos; el dolor era insufrible para él que tanto amó y respetó a Dios; la miseria de su vida carnal había sabido llevarla por el camino de la comprensión y la fe. En fin, sabía que el Maestro era dueño de la última decisión y esperaba que él en algún momento le hiciese conocer el destino que le tenía preparado. No pensaba apresurar a nadie ni exigir respuesta a sus dudas, solo esperaría el designio y la señal, para su bien y el de los suyos.

III


Tan ensimismado se encontraba Lázaro en su extraño viaje, con la mirada en un horizonte inexistente, en un cielo sin nubes ni pájaros, en un paisaje desolado y echado al abandono, …///
- 05 -
///…
que de un momento a otro se dio cuenta que su canoa estaba detenida en un gran portón de madera cedro, esta tenía a sus costados dos columnas de oro con extraños símbolos parecidos a las letras J y B, cuyo brillo enceguecía al visitante, el piso estaba forrado de baldosas negras y blancas perfectamente colocadas y armoniosamente instaladas, cuyo inicio ni término podía conocerse, este acceso estaba protegido y resguardado por dos soldados cubiertos de armaduras, escudos y espadas. Sus uniformes relucían como su propia piel y parecían figuras talladas en el mismo muro. Las paredes estaban forradas de láminas de oro y plata con adornos de estrellas en alto y bajo relieve. Ya no se veían las aguas del pantano ni la nada del horizonte que lo acompañó en su viaje misterioso.

Uno de los hombres dijo___¡Llegó el hombre de las sábanas y los vendajes!. Y dicho esto, otros dos hombres lo ayudaron a levantarse, desnudaron su pie derecho y con la misma tela le vendaron los ojos, lo cogieron de los hombros y lo hicieron parar al lado de la canoa. Todos ellos lo llevaron al interior de la instalación y lo pusieron delante de su jefe, este vestía con túnicas blancas y sandalias de cuero de becerro y tenía sobre una mesa de madera cedro, del que crece en las llanuras de Tiro, a orillas del río Jordán, este mueble tenía solo tres patas, y estaba hecha sin clavos ni uniones. Sobre ella se encontraba una escuadra de oro con siete rubíes incrustados, que simbolizaba la actitud de rectificar las acciones de uno mismo, una rama de acacia y en la parte norte un candelabro de oro con siete brazos, con las velas encendidas. Preguntó el que mandaba a todos___¿Este es el hombre de las sábanas y los vendajes?. Y uno de los que lo rodeaban respondió afirmativamente, moviendo la cabeza. El jefe de todos condujo a Lázaro hasta un gran ventanal de cristales, en donde le quitó la venda de los ojos y le hizo observar una inmensa multitud de ancianos que tenían los cabellos y barba blancos y que llegaban casi hasta el suelo. Sus túnicas blancas y finas dejaban ver sus cuerpos descarnados y huesudos. Eran guiados por un hombre más anciano que todos ellos. Este cargaba …///
- 06 -
///…
con ambas manos la cría de un simio pequeño que le rodeaba el cuello con sus largas extremidades superiores. La extensa cadena que empezaba en las vastas colinas que se confundía con las ventiscas de arena y terminaba allende los mares, también estaba conformada por millares de orangutanes que avanzaban cogidos de una mano y la otra era arrastrada en el piso. El último de los cuadrumanos era también anciano y casi no podía caminar. A veces emitía gruñidos y a veces palabras propias de los humanos. Se pensaba que hablaba solo o se quejaba de la incomprensión de sus congéneres. El último de la cola había desaparecido lo cual causaba desazón en su líder. Este decía que sin él no podría continuar y que todo su trabajo se arruinaría.

Volvieron a vendarle los ojos y los mismos hombres lo condujeron a la segunda habitación, en donde un hombre calvo y de mirada penetrante le colocó la mano derecha sobre el hombro izquierdo y preguntó ___¿Este es el hombre de las sábanas y los vendajes?. Y los que lo acompañaban asintieron con un movimiento leve de la cabeza. Quitarónle la venda de los ojos y Lázaro pudo observar una mesa de madera de tres patas igual al de la primera habitación. Sobre ella y al centro se encontraba un compás de oro con siete rubíes incrustados en el brazo que servía de eje, que significaba expurgar las malas acciones y los malos pensamientos que uno pueda tener, una rama de acacia y en la parte norte un candelabro de oro con seis brazos de oro con velas encendidas. Fue conducido por el hombre calvo que vestía traje de fina seda de color negro, hacia un sitio de la habitación y descorrió unas cortinas de color azul que estaban colocadas desde el cielo raso pero no se veía donde concluían, por que traspasaban los zócalos del piso. Allí, Lázaro dirigió su mirada a un horizonte inexistente y vio a un anciano con un sombrero de tres picos que vestía túnicas de color púrpura, bordadas con hilos de oro. Sus sandalias eran de cuero con adornos y pasadores de plata. Llevaba en su mano izquierda un báculo de dos metros y medio de largo, en la parte superior concluía en una espiral interminable, cuyo brillo era poderoso e intermitente debido a las perlas …///
- 07 -
///…
y topacios que la engalanaban. Tenía en las manos guantes blancos de fina seda y en todos los dedos, anillos de oro con rubíes de porte de granos de maíz engarzados. En el pecho le colgaba un collar con cadena de oro y la grabación de dos triángulos superpuestos, que formaban casi una estrella. El anciano del cayado de oro en la mano derecha iba seguido por un séquito de hombres y mujeres y ancianos y jóvenes, de todas las razas quienes levantaban su túnica por la parte posterior. Un centenar de sacerdotes llevaban la frente en alto y tenían los brazos extendidos a los costados con las palmas hacia arriba, casi como si pidieran o esperasen que algo cayera de las alturas del firmamento. Dos centenares de monjas y sacerdotes con uniformes de color café, caminaban al borde de los barrancos y acantilados y en el fondo de los precipicios había millones de esqueletos y cuerpos momificados que aún tenían vida, se movían y caminaban a la vez que los aplaudían y daban vivas y el hombre del cayado de oro les bendecía y saludaba con la mano derecha. Tres centenares de monjes que vestían sotanas blancas y negras, echaban incienso por doquier y llegaba a confundirse con la ventisca con arena que venía del poniente y entonaban cánticos sacros en la inmensa explanada. Cuatro centenares de obispos, todos ancianos en trance, llevaban velas y cirios encendidos, cuyas ceras cubrían sus manos cual guantes opacos candentes. En la misma formación, venían cinco centenares de jóvenes seminaristas que vestían de negro, solo oraban en actitud contrita.

Finalizaba el mar humano con el desfile de reyes que eran cargados en tronos de oro y marfil, emperadores y ministros que azotaban a sus esclavos que llevaban oro y piedras preciosas como ofrenda para el anciano con sombrero de tres picos y vestimentas de colores rojo y blanco. También los seguían militares victoriosos que montaban caballos briosos de gran alzada, que arrastraban a los vencidos de tez cobriza, negra y amarilla, que encadenados y sudorosos, pedían perdón a sus dioses y llevaban casi a rastras a sus mujeres y a sus hijos desgarbados, que mostraban a los presentes sus esqueléticos…///
- 08 -
///…
cuerpos que amenazaban con caer al suelo a pedazos.

Al ingresar a la tercera habitación con los ojos vendados y el pie derecho descubierto, fue recibido por un hombre que le puso la mano derecha sobre el hombro izquierdo y preguntó con voz firme ___¿Este es el hombre de las sábanas y los vendajes? Sus guardias respondieron nuevamente en forma afirmativa y procedieron a quitarle la venda de los ojos. Pudo observar que se hallaba en un cuarto sin techo ni paredes, solo existía un piso de mosaicos finos, blancos y negros, estos relucían al extremo de parecer las aguas del mar jugando al amanecer con los rayos del sol. Exactamente en el centro de la sala se hallaba instalada una mesa semejante a las anteriores, sobre el cual claramente se divisaba un nivel de oro y diamantes con siete rubíes incrustados en la parte superior, que enseñaba a enderezar las obras desde su inicio hasta su fin, una rama de acacia y en la parte norte ardían cinco velas colocadas en un candelabro de oro de cinco brazos. Con rápido ademán el hombre de gordura extrema pero de rostro afable, que vestía túnicas de color azul, sin pronunciar palabra hizo que Lázaro dirigiese la mirada hacia una multitud de millones de hombres y mujeres que veían caer de lo alto del firmamento, objetos que al estrellarse con el suelo botaban luces multicolores que dominaban la bóveda celeste, formando figuras de plantas y avecillas, unas asemejaban a setas, hongos, flores silvestres y gorriones sin plumaje. La flama incandescente hacía arder las casas desde sus cimientos, los árboles, sus troncos y sus ramas, también las piedras más duras, hasta convertirlas en montones de arena negruzca y humeante. La gente grande y pequeña vertía fuego por las rodillas y por los codos, también por los ojos, las orejas y la nuca. Se consumían y ardían en el tiempo que dura el suspiro de una mariposa, no tenían tiempo para despedirse ni darse el último abrazo con los suyos. La arena y el mar fue cubierta por grandes extensiones de osamentas calcinadas, lágrimas hirvientes y cenizas pardas. Los pequeños lagos y arroyos que servían de abrevadero al ganado, se convirtieron en pantanos y bofedales, al ser invadidas sus…///
- 09 -
///…
superficies con millones de toneladas de cenizas plomizas. Ardieron las comarcas y los pueblos y al día siguiente no quedó nada de ellos. Las ballenas y pequeños peces huían a las playas para morir asfixiados en lugar de hacerlo entre las aguas envenenadas del mar. Los animales de los desiertos, de las grandes y pequeñas selvas, de los valles y las estepas, morían aislados de sus rebaños y de sus lugares de origen.

Lázaro hallándose en las mismas condiciones anteriores, fue conducido a la cuarta habitación, allí un hombre de mediana estatura, de medio siglo de vida aparentemente, de vestimentas elegantes de color rojo, era de tez oscura y barba blanca, apoyó su brazo derecho en su hombro y preguntó a sus vigilantes___¿Este es el hombre de las sábanas y los vendajes?, y estos afirmaron sin pronunciar palabra alguna. El jefe condujo a Lázaro a una gran sala con cortinas rojas del color de la sangre, las paredes eran negras y brillantes. Al medio de la gran habitación estaba la mesa de cedro del Líbano que sostenía una plomada con cadena de oro de siete metros y cabeza de diamante con siete rubíes incrustados, que demostraba el arrepentimiento ante el temor de Dios, una rama de acacia y en la parte superior un candelabro de oro con cuatro brazos y con velas encendidas. Fue conducido el visitante cerca de un gran ventanal de cristales con marcos de plata y alabastro, allí pudo observar en las playas de todos los continentes e islas grandes y pequeñas, bañadas por los mares y océanos conocidos y por conocer del mundo, multitudes de hombres y mujeres desnudos que casi enloquecidos asistían a fiestas y ceremonias, solo llevan sobre el cuerpo serpentinas y polvo de oro y plata sobre los hombros y los cabellos y espuma de licores que resbalan sobre sus espaldas, cual camisas de algodón. Cientos de miles y millones que bailan sobre las arenas, las piedras y los cadáveres de sus amigos que fallecieron en medio de los festejos. Hacían grandes fogatas con las osamentas y bailaban alrededor, la música y los cánticos son desconocidos. Se observan playas iluminadas y no se diferencian la noche y el día. …///
- 10 -

///…
Fue conducido a la quinta habitación con el pie derecho desnudo, sin sandalia y con una venda en los ojos. Lo recibió un hombre ciego que vestía ropajes de color amarillo, poniendo su mano derecha sobre el hombro de Lázaro, preguntó ___¿Este es el hombre de las sábanas y los vendajes?, todos respondieron afirmativamente sin pronunciar palabra y el hombre ciego diose cuenta al percibir la leve brisa del movimiento de las cabezas de los guardias, que rozó la piel de su rostro. Encontrándose ya sin vendas en los ojos, pudo observar en el centro de un gran salón una mesa similar a las anteriores, llevaba una gran balanza de oro y siete cadenas de plata que sostenían dos platillos de oro, con siete rubíes en sus brazos, para pesar y apreciar al hombre y la auténtica verdad, una rama de acacia y en la parte norte, se hallaba un candelabro de oro con tres brazos, cuyas velas se hallaban encendidas. Los platillos estaban vacíos empero mostraba una cierta inclinación el del lado derecho. Vio a un rey famoso que quería erigir un templo grandioso a su Dios, y el rey de Tiro le recomendaba a un famoso arquitecto que desde el primer día supo imponerse a todos sus obreros y vasallos debido al misterio de su inteligencia y su autoridad. Era este hombre un gran arquitecto y gran escultor, no obstante que sus únicos maestros habían sido la soledad y el viento de los desiertos. Este arquitecto llevaba tras de sí a trescientos mil obreros que eran de todos los países, hablaban desde el sánscrito del gran Himalaya hasta las lenguas guturales de los bereberes del Sahara y del Amazonas. También veía Lázaro que a una orden suya, de todos los puntos del horizonte, sus obreros se movían como las olas de un mar agitado y empezaban a trabajar. En medio de los trabajos vio Lázaro que una reina famosa visitó al rey que le dio trabajo, esta deseosa de conocer al arquitecto debido a su fama que recorría las comarcas. El arquitecto dirigía los trabajos mediante señas, desde el pórtico exterior del gran templo. Y las olas del mar humano se calmaron de repente y todas las miradas se fijaron en él. Con el brazo derecho en alto, trazó en el espacio un ángulo, parecido a la letra T de los asirios. Estos como impelidos por una fuerza sobre humana, se formaron en grupos con líneas …///
- 11 -
///…
regulares y armónicas, luego aparecieron legiones, después aparecieron tres grandes cuerpos con sus cohortes. Se distinguían nítidamente a los picapedreros, a los canteros, a los operarios, a los albañiles, a los ebanistas, a los plateros y a los orfebres. El gran rey palideció por el poder de su arquitecto. Diose cuenta que el poder del pueblo era inmenso. La ignorancia, la ambición y la hipocresía personificados en tres obreros, atentaron contra la vida del arquitecto, para evitar que este logre encontrar la verdad eterna.

Finalmente Lázaro vio en el gran oriente claramente, como grandes trozos de hielo navegaban por los océanos y como los mares crecían hasta cubrir pueblos y ciudades enteras. Naciones grandes y pueblos pequeños ubicados en las zonas más altas de planeta y los que estaban bajo el nivel de todas las aguas que rodean el mundo, y sus habitantes miraban acongojados y clamaban ayuda desde lo más profundo de las aguas. El gran templo del famoso rey y las montañas más altas que apuntalaban y soportaban el peso del cielo y del firmamento, eran minúsculas elevaciones bañadas desde sus bases hasta sus cúspides.

En la sexta habitación un hombre sumamente delgado, de tez cobriza y arrugada, sin cabellos, cejas ni barbas, con una túnica de color verde, que se le caía de los hombros y dejaba ver sus omóplatos casi flotantes, casi desprendidos. Seguramente por su desfalleciente presencia, se sostenía de un bastón de junco tan viejo y astillado como su dueño mismo. Preguntó con voz muy delgada a los guardianes___¿Este es el hombre de las sábanas y los vendajes?, respondieron afirmativamente los encargados. El mismo anciano quitole la venda de los ojos y cogiéndole del codo derecho lo condujo hasta un gran portón que flotaba sobre las montañas y los árboles de los bosques. Vio Lázaro en el centro de la sala la misma mesa que había observado en las habitaciones anteriores, este a su vez llevaba sobre sí, una espada de plata con siete rubíes incrustados en su hoja, para ejecutar e imponer la verdad sobre la necedad y la oscuridad de los caminos, …///
- 12 -
///…
una rama de acacia y en la parte de la empuñadura estaba coronada por un candelabro de oro con dos brazos, cuyas velas estaban encendidas. Lázaro vio en el gran ventanal a su maestro que oraba a su padre, se hallaba completamente solo en medio de un inmenso huerto. Cientos de miles de judíos encabezados por Judas, esperaban impacientes sentados que acabe con su plegaria, no querían importunarlo, por que en el fondo lo respetaban y sentían aún el temor de Dios. Destruían plantones y flores silvestres de ese gran edén en la tierra. Escuchaba a lo lejos la voz de su maestro que le decía que la hora había llegado, le pedía que glorifique a su hijo, para que él a su vez lo haga con su padre. Que la vida eterna solo tenía sentido conociéndolo a él. Hacíale conocer que ninguno de sus hijos se había perdido, solo había fallado el hijo de la perdición, aquel que luego lo entregaría. Judas había cumplido con su tarea encomendada. El hijo de Dios se ofrecía como víctima con tal de santificar y salvarlos en la verdad. Le contaba que los había alimentado con su misma sustancia para que de alguna manera sean una misma cosa. Terminando el diálogo con su padre, preguntó a la muchedumbre a quien buscaban y estos respondiéronle que buscaban a él. El maestro se identificó ante sus captores y estos como azotados por un terrible rayo cayeron estrepitosamente al suelo, estaban doblados casi besando el suelo y con los brazos extendidos hacia delante. El más querido de sus discípulos, el que más tarde lo negaría, extrajo su espada de la vaina de cuero que le colgaba de la cintura y de un rápido tajo separó la oreja de la cabeza de uno de sus captores. El Maestro prestamente la untó con saliva y tierra del suelo y la volvió a colocar, sin que esta llegue a sangrar. Le dijo a Pedro que guarde su espada y que le deje beber el cáliz que le había dado su padre.

El rostro de Lázaro estaba bañado en llanto y de sus sábanas caían gotas de agua salada mezclada con la sangre que empezó a brotarle de sus llagas. El piso de mosaicos blancos y negros, no era más que un charco de agua rosada, casi púrpura. Maldecía la hora en que dejó de acompañar a su maestro, …///
- 13 -
///…
por que si no estaría defendiéndolo junto a Pedro. Vio entre sollozos como los soldados y su jefe aprehendían a su maestro. Los judíos que hasta ese momento quedaron pasmados junto a los troncos y el follaje del gran olivar, aplaudieron la escena y felicitaron a las tropas y a Judas por la eficiente labor. Centenares de miles de judíos condujeron al maestro. Lázaro alcanzó a escuchar al maestro que les decía a Anas, que deberían preguntar al pueblo sobre sus enseñanzas, ya que estas fueron públicas y que nunca había hablado en secreto. El Maestro fue enviado ante Caifás, atado de manos y con su túnica sangrante y casi en harapos. También fue conducido ante Pilatos quien asombrado preguntóle al Maestro que de malo había hecho, para que su pueblo, su nación y sus pontífices lo hayan entregado a él. Pilatos dirigióse a la muchedumbre de judíos y les encaró que no hallaba delito alguno en la persona que le entregaban. También les dijo si querían que lo ponga libre por las fiestas de pascua. Los judíos que colmaban la plaza, desde la pileta central hasta los portales y bases de los muros que la rodeaban, clamaron cual estrépito infernal, que debía de soltar al ladrón y asesino Barrabás.

Fue entregado a los judíos con una corona de espinas que laceraba su frente, sus sienes y su nuca, dejando su rostro bañado en sangre. También vestía con una túnica roja, colocada con desprecio por los soldados que se mofaban del Maestro. La muchedumbre se emocionó al tenerlo a su alcance y pedían su crucifixión, por haberse hecho llamar el hijo de Dios, a la vez que daban brincos hacia los costados y aplaudían. Por sus orejas y cuencas de sus ojos asomaban pequeñas lenguas de fuego y humo de amoníaco puro. Todo era parte y complemento de un ritual endemoniado. Los perros se alejaron del lugar aullando como si quisieran llorar por el daño que se cometía y los caballos, camellos y borricos atados a en los pórticos de sus dueños pugnaban por deshacerse de sus ataduras y echarse a la fuga. Unos hacían rondas y otros se …///
- 14 -


///…
arrastraban por el suelo, sin usar manos ni pies, a semejanza de los reptiles. La plaza junto al palacio de Pilatos se convirtió en una gran fiesta que no era de este mundo, olores a sustancias nauseabundas y desconocidas por el hombre rodearon el ambiente, haciéndolo irrespirable. Una humareda tenue rodeo el lugar como si el atardecer hubiera adelantado su presencia, lo que asustó a Pilatos que optó por retirarse de su balcón de alabastro y marfil.

Lázaro sintiose desfallecer al ver a su Maestro llevando a cuestas una cruz de madera que lo superaba por cinco veces su tamaño, rumbo al calvario. Lo seguían quinientos mil obispos y sacerdotes de alta alcurnia y linaje. Ellos venían de las tierras ubicadas tras de los mares y de los desiertos. Tenían la piel blanca, amarilla, cobriza y negra. Sus cabelleras eran negras, rubias y canas. Hablaban distintos idiomas y dialectos, que nadie entendía. Solo sus gestos y señas, denotaban la gran algarabía y regocijo que vivían sus espíritus, al haber hecho capturar al blasfemo que decía llamarse hijo de Dios. El grueso de la masa humana también estaba conformada por cuatrocientos mil monjas con sotanas multicolores que entonaban cánticos extraños con letras desconocidas. Estas tocaban panderetas hechas con cuero de cerdo y adornos de plata. Se abrazaban y confundían con los judíos que formaban un callejón serpenteante hasta el gólgota. Trescientos mil los seguían, eran los gobernantes y reyes del mundo entero, que habían acudido prestos para presenciar el juzgamiento del hombre que llamaban el falso profeta. Los caudillos de los pueblos eran resguardados por tropas de a caballo, cuyos cascos levantaban tanto polvo en el camino que la gente se tapaba con sus túnicas y atuendos, la boca y la nariz para no asfixiarse. Los altos jefes montaban sobre elefantes engalanados con mantas de Asiria y correas de cuero de cocodrilo al cuello y adornos de oropel en la trompa. Doscientos mil hombres, de aquellos que supieron acumular la riqueza material de los pueblos y naciones, de sus valles, de sus minas de dentro y fuera de la tierra y de los mares, …///
- 15 -
///…
los dueños del oro, la plata, los diamantes y de la libertad de los hombres, caminaban casi marchando a paso marcial, llevando las mujeres de estos, cirios encendidos y ramos de flores de mal aspecto y sin fragancia. Cien mil hombres llevaban la comida y las bebidas para la muchedumbre. Mientras caminaban se bañaban con vino fresco que extraían de odres de cuero y cántaros y toneles de madera. Muchos, debido a la ebriedad en la que se encontraban caían al borde de los caminos y eran pisoteados por los que venían tras de ellos. Seguían en el infernal desfile, cincuenta mil inquisidores, que llevaban entre sus manos artefactos y máquinas de suplicio y dolor. Llevaban a hombres de leyes y mujeres piadosas atados, que ardían de pies a cabeza y eran llamados como los seguidores del blasfemo. Cuarenta mil profetas falsos engrosaban la marcha, unos leían textos y otros discursaban a los curiosos y les entregaban recuerdos de aquel gran día. Continuaban la marcha unos treinta mil cruzados, con armaduras de latón y espadas relucientes que halaban sus briosos corceles. Llevaban aún en sus planchas protectoras y guantes de fina plata, los restos de la sangre de los hombres que habían eliminado en sus falsas guerras levantadas en nombre de Dios. Continuaba el séquito infernal, con veinte mil evangelizadores que llevaban en sus espaldas las cabezas que aparentaban pertenecer a los habitantes de todas las selvas del mundo que les habían sido arrancadas por creer a su manera en el supremo hacedor. Diez mil párrocos seguían la extraña procesión, sus acólitos pedían limosna y regalaban estampas, cadenetas y escapularios con el rostro del Cesar, de Pilatos y de Luzbel. Los judíos y fariseos presentes arrastraban a sus fieles y seguidores como corderos por medio de argollas de hierro que habían sido colocadas en sus narices, de forma similar a la que se usa para llevar a los bueyes al abrevadero. También estaban presentes cinco mil confesores y dueños de los secretos de los hombres, iban escondidos en pequeños kioscos y daban penitencias por doquier Cerraban el tenebroso desfile de la inmensa muchedumbre, a una distancia de medio estadio, treinta y tres hombres entre mujeres y niños, entrelazados de los codos; ellos lloraban e imploraban …///
- 16 -
///…
que el maestro los lleve con él. Eran sus pobres discípulos que iban al funeral del Maestro, acompañados de sus mujeres e hijos, que de cuando en cuando eran apedreados y abofeteados por los judíos.

Lázaro tuvo que ser acomodado en una banca para no caer desfalleciente ante los suplicios que atravesaba su maestro. Esta vez observó que la cruz que llevaba a cuestas, tenía en la parte superior unas letras en hebreo que no alcanzaba a leer ni entender por tanto dolor que sufría. Al llegar a la cima del osario, observó con gran dolor que el Maestro había sido crucificado al medio de otros dos hombres. Escuchó Lázaro que el Maestro decía desde lo alto de la cruz, a las madres y a los hijos que se protejan, luego pidió agua para beber y le dieron vino empapado en una caña con hisopo en su punta. Luego de esto el Maestro dijo que su deber estaba cumplido y que todo estaba consumado, entregando su vida a su padre su cuerpo y los tendones de su cuello se llenaron de flacidez, haciendo que su cabeza descanse sobre su pecho.

Ante esta visión Lázaro se desmayó y fue atendido por sus vigías. No llegó a ver lo que acontecía con su Maestro luego de su crucifixión.

¿Este es el hombre de las sábanas y los vendajes?, preguntó un hombre vestido de pies a cabeza con ropajes y sandalias doradas y resplandecientes como el oro, que incluso alcanzaba a brillar e impedía verle el rostro. Los que cuidaban a Lázaro asintieron con la cabeza. Quitaronle el vendaje de los ojos y doblaron su túnica aún mas arriba de la rodilla de su pierna derecha. Siendo cogido del codo derecho, fue conducido por el hombre dorado hasta una gran mesa de madera cedro del Líbano, dividida por planchas de oro incrustadas en siete partes. La primera llevaba sobre sí, un gran vaso de oro con agua pura y cristalina. La segunda tenía un puñado de sal que parecía haber sido sacado recientemente de las minas. La tercera tenía un formidable haz de trigo seco, lista para servir de semilla y germinar. La cuarta contenía una vela …///
- 17 -
///…
encendida, cuya llama flameaba inmutable, casi como esculpida en oro y púrpura en una plancha de marfil. La quinta tenía sobre un plato de oro, un puñado de tierra húmeda, lista para recibir la primera semilla. La sexta llevaba en un recipiente de cristal y tapa de oro, aire convertido en viento que giraba en el interior del cofre cristalino. La séptima y última porción de la gran mesa ubicada en el fondo del salón, llevaba una calavera de hombre que con su mirada profunda y sin lágrimas pedía el descanso eterno, y sobre su hueso frontal, casi de oreja a oreja, tenía grabados intensa y profundamente, casi hasta rajar la dura testa, en números romanos la cifra de veinte millones, ciento veintidós mil, doce, que con su mensaje laceró no solo al dueño de la calavera, sino a los que osaban mirarle de frente y leer el mensaje que tenía impreso, grabado con el cincel y martillo de la destrucción total; y muy cerca de su sien derecha ardía una vela colocada en un candelabro pequeño de oro y alabastro, que tenía incrustados en su base siete rubíes cada uno de siete puntas.

Al haber concluido Lázaro su recorrido, preguntole el hombre que lo guiaba, para que escogiese la porción de mesa, que más lo haya impactado y de la cual quisiera hacerse cargo. Sin pensar dos veces y tomó como propia la testa momificada que allí se hallaba y la puso sobre su pecho. La decisión fue conocida por el hombre del dorado fulgor.

Este hízole conocer a Lázaro que la decisión que había tomado era definitiva y coger tal calavera significaba asumir la protección de la vida y conocer el momento exacto del retorno del maestro y como complemento de las seis anteriores y que ninguna estaba desligada de la otra. El hombre hacía la vida y él mismo la suspendía. Dependía desde su nacimiento hasta su muerte de la decisión divina. Su paso por la tierra debería ser satisfactorio y su fin, tan frío como los huesos duros y sin piel de los restos óseos que llevaba en sus manos y apretaba contra su pecho. Le dijo que era indispensable que Lázaro comprenda que, resulta obvio que después de la muerte, continúa llevando una vida ensoñativa, …///
- 18 -
///…
y que si algún desencarnado le dijese que está muerto, no lo creería. Es ostensible___ continuó el monje___ que los desencarnados piensan siempre que están vivos, pues nada extraño encuentran al morir. Ellos ven siempre el mismo sol, las mismas nubes, las mismas aves y sienten en el rostro el mismo viento; los llamados muertos deambulan después del gran paso, por las calles de la comarca donde fallecieron. Continúan asistiendo a su trabajo, se sientan en la mesa para pasar sus alimentos y se acuestan en su lecho para descansar. Se sienten viviendo aquí y ahora. Al ver su ataúd, piensan que se trata de otra persona y ni remotamente se les ocurre pensar que son ellos los que van dentro del catafalco. El amor a los niños debe practicarse como lo enseñó el maestro. Ellos son clarividentes y es necesario saber que antes de cerrárseles la fontanela frontal de los recién nacidos, ven lo suprasensible, todo aquello que no pertenece al mundo físico y material, ven lo que es invisible para los adultos. Si estos volviesen a ser como ellos, recobrarían la divina clarividencia, el poder de ver lo oculto, lo misterioso y lo desconocido. El hombre ___dijo el hombre culto___ al morir se encuentra con sus familiares, parientes y amigos fallecidos, a quienes reconoce inmediatamente. Si fue apático y egoísta en vida así lo será cuando muerto y tendrá mucha soledad. El misántropo, el que no ama a nadie, aquí tendrá que pasar por la amargura de la soledad, después de la muerte resulta patético, claro y definido su doloroso estado solitario en la región de los muertos. El hombre en vida tiene las horas y los días contados y el que va a partir prontamente hacia el valle de la muerte y del olvido, desde niño se le reconoce, por que empieza a decir y llamar las cosa de manera equívoca y al revés y hacer actos de su vida diaria que no se ajustan a la normalidad, como decir buenas noches cuando es de mañana, decirle mamá a una persona desconocida o ingresar a otra casa sin ser la suya. El deseo de vivir en el hombre es muy grande, todos los seres humanos quieren vivir, están apegados a la vida sensual y material. El apego a esta existencia los tiene fascinados, en estas condiciones de ninguna manera se quiere morir, se tiene miedo …///
- 19 -
///…
a la muerte, no queremos dejar de existir. Si la gente en base a comprensión perdiera su deseo y apego a la vida material, entonces el temor a la muerte y a lo desconocido, desaparecería. Uno llega a perder tal temor cuando comprende lo ilusorio de la existencia, cuando ve que nada en este mundo es permanente, cuando se de cuenta que las cosas, las ideas y los hombres pasan, como las aguas del riachuelo que nunca más vuelven a circular por el mismo cauce. La gente tiene los sentidos degenerados y atrofiados a la fuerza de su mal uso y de su incapacidad de abrirse a lo nuevo y de ver lo natural. En las arcaicas instancias del inicio de la vida del hombre, estos podían ver a los desencarnados, inclusive oírlos, palparlos y conversar con ellos. Cuando alguien iba a desencarnar, ya lo sabía y cavaba su propia fosa y se acostaba en ella, colocando la cabeza en dirección al punto por donde sale el sol, hacia el oriente eterno, lleno de felicidad se despedía de los suyos, de sus parientes y de sus amigos, estos festejaban y tenían alegría en el corazón. Al irse al más allá, el que había partido no quedaba invisible para los que lo amaban, lo veían flotando en el aire en forma transparente, cruzando los umbrales, sobre los techos, comiendo los restos de comida dejados en la mesa la noche anterior y caminando al atardecer y en la madrugada por las sendas de los valles, abriendo las fuentes de agua y apagando las velas, seguía conviviendo con ellos deliciosa y armoniosamente. En la atmósfera se veía claramente a los espíritus y a las almas, a las criaturas inocentes de la naturaleza. En ese espacio vital que pertenece a la zona tridimensional, existen regiones metafísicas, como si fueran otros mundos donde las almas de los muertos viven flotando, antes de volver a tomar otro cuerpo. El sueño es una muerte muy pequeña, cuando el cuerpo yace dormido en el lecho, el alma deambula y va a lugares distintos y se pone en contacto con los que han fallecido e inclusive platica y dialoga con estos. Es claro que los muertos jamás creen que están en esa condición, por que en su vida nunca se preocuparon por despertar conciencia. Ellos siempre piensan de si mismos que están vivos y ese es el motivo por el cual las almas de los muertos a quienes conocemos …///
- 20 -
///…
hacen esas afirmaciones. Los seres que invocan a los espíritus de los muertos, en su futura vida, serán epilépticos por que no llamaron a estos, sino a la sumatoria de los yoes de todos los muertos, que a la postre es Satanás. El ser es la chispa inmortal de todo ser humano sin principio ni final, es terriblemente divino. Cuando eliminemos el yo pecador, es claro que esa chispa podrá entrar en nuestros cuerpos. Cuando el hombre muere y abandona su cuerpo físico, el difunto revive en forma retrospectiva la vida y sufrimientos que acaba de pasar. Empezará por los instantes previos a su muerte, vale decir los últimos instantes de su vida, estará con los suyos en su casa, en su comarca, estará con sus amigos, en su trabajo, se verá sembrando en su terreno; vivirá en todos esos lugares y repetirá los hechos, las palabras y las mismas escenas, sin variar ni alterar nada. En la última parte de su retrospectiva se verá que corresponde al proceso de su infancia, luego de esto será llevado a los tribunales de la justicia divina y será juzgado por todos sus actos y sus obras. Tendrá ante sus ojos tres caminos que se le abrirán al desencarnado, uno será un largo descanso en las regiones luminosas del espacio infinito, hasta optar por su nuevo cuerpo, el segundo será el de volver a una nueva matriz en forma inmediata o después de algún tiempo y el tercero que será el que lo lleve a los profundos infiernos dentro del planeta de los vivos. Muchos de los vivos que han estado a punto de morir y no lo han hecho, han visto aún en vida su retrospección. No debe sorprenderse el vivo de ver en tal o cual sitio a los que ya son difuntos, antes eso era normal. Los muertos se hacen visibles de cuando en cuando en la atmósfera y en el suelo firme. El resto del camino de Lázaro debía ser recorrido mirando sin ver y hablando sin decir nada, tal como la calavera elegida, que había vivido tanto, había visto mucho, había aprendido bastante, empero no decía nada a nadie. Dicho esto el hombre entregó a Lázaro a sus vigilantes y les dijo que sea conducido a donde debía estar y de allí que zarpe para donde debiere ir y que se encuentre con los que lo deben estar esperando. …///
- 21 -

///…
Los guardias movieron la cabeza asintiendo lo explicado y dispuesto por su jefe, total no podían hablar ni decir nada de lo que habían visto en los miles de años de vida que llevaban. Condujeron a Lázaro casi en vilo, sin dejarlo pisar el suelo de baldosas blancas y negras del amplio salón. Vio muchos cuerpos inertes flotando en un gran patio lleno de rosas y azucenas y mediante gestos los vigilantes le dijeron que reconozca el suyo. Los rostros de los cadáveres eran bellos, afables, sonrientes y de apariencia dura. Algunos eran frescos, otros rígidos y preocupados. Ninguno le correspondía al hombre privilegiado por Dios. Por fin halló una que encajaba con su vida y sus temores, y era el cuerpo acertado, ni grande ni chico, ni triste ni feliz, pero demostraba un gran dolor en lo profundo de su ser, se le notaba en las arrugas de su rostro el dolor de su mal físico, empero en la amplitud de sus párpados cerrados se veía el gran amor por su madre, sus hermanas y por su maestro.

IV

Fue llevado nuevamente ante la gran puerta de cedro por la cual tuvo acceso a su misterioso viaje y extrañas visiones, pudo observar las dos columnas de oro con las inscripciones de las letras J y B. Inmediatamente se le acomodó en la pequeña canoa de madera balsa. Los hombres armados que siempre lo acompañaron hicieron un ritual con movimientos de brazos que formaban en el espacio ángulos y rectas con el codo. Uno de ellos se llevó a la altura del pecho la mano derecha y apuntando con el dedo pulgar contra el corazón cual daga sedienta de sangre, la movió en forma perpendicular a sus clavículas por tres veces seguidas, lo que Lázaro llegó a tomar como una amenaza. Su angosta nave de madera nuevamente se puso a surcar por las mismas aguas por donde había venido. Alcanzó a oler el mismo fango, ver las mismas ramas delgadas que le rozaron el rostro, y el cielo marcado por el horizonte le eran conocidos.

Quería llegar lo antes posible a su destino marcado …///
- 22 -
///…
y poder contar las cosas y hechos que había visto. En especial quería encontrarse con su Maestro para avisarle el cruel designio que le esperaba, la traición de la que sería objeto por parte de uno de sus discípulos y los extraños números que solo él podría descifrar. Sería crucificado por los judíos y estos festejarían con grandes bacanales. En estos participarían todo el pueblo, inclusive sus sacerdotes que tanto le juraban lealtad. El resto de las vivencias para él, le resultaban sin importancia ante la crueldad de la muerte de su maestro y sería necesario avisarle para que pueda fugar a otra nación y salve su vida de la traición y la ignominia.

Sus pensamientos leales a su Maestro y su calma travesía se vieron interrumpidos, al escuchar la voz de su hermana María que le decía a alguien, que había muerto hace tres días y que incluso su cuerpo hedía y estaba descompuesto. Seguidamente escuchó una voz que cual trueno relampagueante retumbó en sus tímpanos y en sus entrañas y le ordenaba levantarse. Lázaro fue impelido por una fuerza sobre natural que lo hizo doblar de la cintura y ponerse de pie. Su rostro con la piel descompuesta, se bañó de lágrimas al ver a los suyos arrodillados alrededor de su cama. Vio a su madre a sus hermanas, a sus amigos, a sus vecinos de barrio y a gente desconocida que daba gracias a Dios por haberlo vuelto a traer a su amado hijo, hermano y amigo. Daban gracias al Supremo Hacedor por cumplir con su compromiso, de haberlo elegido de entre todos para que el símbolo del poder de Dios y de su Maestro Lloró aún más, como nunca lo había hecho hombre alguno sobre la faz de la tierra, al ver a su Maestro muy cerca de él. Tenía ambas manos puestas en la cabeza de Lázaro y ejercían suave presión, como si a través de las yemas de sus dedos, le estuviese transmitiendo vida, sangre y oxígeno a su cansada existencia.

Lázaro lo miró, con la felicidad y alegría de contarle lo mucho que había visto y el daño que le esperaba. Abrió la boca para empezar su narración, pero no emitió voz ni sonido alguno. Únicamente logró que su mandíbula se cayera y fuese …///
- 23 -

///…
a dar contra el suelo de arena de su dormitorio. Prestamente su maestro levantó la parte desencajada del rostro de Lázaro, y la colocó en su lugar como si nunca se hubiese desprendido.

El Maestro púsose a llorar como jamás se había visto, su cuerpo de pies a cabeza se bañó de lágrimas tibias al igual que su túnica blanca de lino, y aún se observaba el vapor que de ella nacía. Lázaro miró con estupor como lloraba su Maestro y sintiéndose responsable de ello, también se puso a llorar de rodillas ante él, a la vez que le pedía perdón por tamaña osadía. Ambos se abrazaron y vertieron sus lágrimas por horas, llegando humedecer el piso de toda la habitación, que prestamente era secada por sus hermanas y vecinos. Los presentes observaron la actitud de ambos, sintiendo cada uno para sí la alegría y la tristeza de haber tenido ante sus ojos al hijo de Dios llorando amargamente, empero esta emoción los embargó por poco tiempo, al ver que el Maestro y su Discípulo resucitado, se elevaban del suelo a la altura como de una cuarta de una mano, como si el peso de ellos fuese igual o menor que el vapor de sus lágrimas o de los pétalos resecos de las rosas del patio. Su Maestro le dijo___Lázaro, sufrí mucho ante tu ausencia temporal y por los sufrimientos de tus padres, hermanas y amigos, que no dudaron pero fueron invadidos por la pena y la desdicha, estuve impaciente por que los tres días se conviertan en minutos para tu retorno y poder verte y abrazarte, pero el sufrimiento ha sido mutuo y tiene su valor ante los ojos de Dios que es mi padre y por tal serás reconocido ante todas las generaciones de la humanidad. Por intermedio de mi padre se y conozco mi destino, no te esfuerces en contármelo. El cáliz de mi padre debo beberlo tarde o temprano. No podrás decirme ni confesarme nada, callarás eternamente y así será así hasta el fin de tu existencia. Contarás todo con la mirada y hablarás con tus pupilas y solo te entenderán los hombres de buenas costumbres y buena voluntad, reconocida procedencia y destino bienaventurado. Caminarás a mi lado en mis muchos viajes y verás que todo lo que mi padre …///
- 24 -
///…
te ha permitido ver y conocer, es cierto.

Lázaro escuchó a su Maestro y quedó contento al saber que lo acompañaría a todo lado y rápidamente olvidó la pena que sintió al principio de no poder hablar ni pronunciar palabra alguna. Y así fue, caminó por desiertos, cruzó ríos, descansó a la intemperie, estuvo días sin comer y noches sin dormir, no sentía cansancio ni hambre estando al lado del Maestro, vio los milagros que hacía, fueron asaltados en los caminos y atormentados por demonios que se arrastraban debajo de las arenas, venían en forma de ventiscas y huracanes y montaban sobre nubes negras y púrpuras. Los seres del averno le quitaban las mantas y jalaban de los pies cuando dormía, insinuaban cosas negativas en la mente de Lázaro, que él tenía que expulsarlas dándose golpes contra las rocas, tragando arena y metiéndose brasas candentes en los oídos. Escuchó las oraciones de él con el supremo hacedor, luego de las cuales vertía lágrimas de sangre que al caer al suelo se convertían en piedras preciosas que se diluían al chocar contra el polvo profano de los caminos.

En todo este trajinar de Lázaro y su Maestro, de ser testigo de sus hechos y milagros y enterarse de no poder hablar ni murmurar palabra alguna por el resto de su vida, estando sentenciado a decir lo que quiere, lo que siente y lo que sabe, solo con la mirada de sus ojos cansados, resultó que se puso a recordar que cuando niño y ante la atenta mirada de ellos, jugueteaba con su Maestro, que tenía menor edad que él, hacían travesuras como cualquier niño de la comarca. Escondían las sandalias de sus padres, traían ratones de la pradera y los soltaban en los dormitorios. Alcanzaba a su Maestro figuras y cuerpecillos de aves y pájaros pequeños hechos con barro y saliva y su maestro con un soplo les daba vida y estos se alejaban volando del lugar; recordó con lágrimas en el rostro cuarteado por las cuchillas de su terrible mal, que en son de broma hizo una lagartija del mismo material y su maestro tal vez distraído, tal vez a sabiendas, de un soplido lo puso a volar….///
- 25 -
///…
Sucedió lo que tenía que suceder y su maestro fue traicionado por Judas, Pedro le arrancó de un bayonetazo la oreja a un esbirro y finalmente su maestro fue crucificado al medio de dos delincuentes. Se alegraron muchos y pocos lo lloraron. La tristeza y dolor de su madre y de todos los que amaban al Maestro fue tanta que podía haber desgarrado los corazones y estallado las entrañas de cualquier humano que viviese sobre la tierra.


V


Su Maestro resucitó al tercer día, llevaba las túnicas blancas y las manos perforadas por el hierro de la cruz, asercóse a Lázaro que estaba sentado sobre una roca al borde del camino y le dijo que también había viajado por los valles que había visitado y las aguas que surcó, empero que nunca había dudado de las palabras de su padre. He conversado___le dijo, con los maestros que te atendieron en cada sala, que a la postre es uno solo, me contaron tu sufrimiento desde la búsqueda del eslabón que nunca estuvo perdido y la elección que hiciste en el último aposento y estaba decidido que eligieras la calavera del hombre, que no solo te indica el final y el inicio de la vida; encontrarás en tu vasto caminar, cuando haya partido a la diestra de mi padre, a un hombre que no es de este mundo ni del que tu conociste, el como causante del desasosiego del hombre elegido para que me traicione, te ofrecerá las riquezas del mundo y la resurrección de tus seres queridos; conozco de la respuesta que darás a todas sus mentiras y se que estarás a mi lado, por que así está escrito.

Ya sin su Maestro Lázaro deambuló por las comarcas de la tierra, se alejó de su pueblo y nunca más visitó su vivienda ni a los suyos. Llegó a oídos del Cesar que el hombre que había sido resucitado por el que decía ser el Mesías, estaba deambulando por las calles, por lo que optó en hacerlo traer a su presencia y el supremo mandatario, al percibir los olores putrefactos …///
- 26 -
///…
de Lázaro, desistió de recibirlo y preguntarle si había vuelto de la otra vida. La gente que lo conocía y las muchedumbres de los pueblos por donde transitaba, daban gritos y se alejaban de él. Este hombre apesta a muerto, decían los unos y los otros. No podía ser detenido por la guardia por alteraciones de la tranquilidad en los pueblos, por que el hedor de su presencia era tal, que se sentía a la distancia de dos estadios.
Sintiéndose solo sin su Maestro ni los suyos, se internó en los desiertos y vastos arenales, donde fue mordido por serpientes y escorpiones empero sus venenos no le hacían ningún efecto ni daño, por que la piel de sus miembros no tenía vida. Sus fosas nasales fueron taponadas por la arena de las ventiscas y su garganta nunca más recibió una gota de agua. Se enterró en vida, con la poca que le quedaba, convirtiéndose en parte de los arenales y es por eso que los bereberes sienten su presencia durante sus viajes por los desiertos de la sabana, algunos muestran sus vendajes, otros sienten sus olores y los camellos huyen despavoridos.

Al internarse durante cuatrocientos noventa días en los arenales de los desiertos fue acosado y perseguido por un ser desconocido que unas veces se arrastraba, otras volaba y también caminaba con extrañas patas con plumas y cascos que se hundían en la arena y rasgaban las rocas. Sus ojos lanzaban flamas de fuego rojizo y su lengua viperina surcaba el aíre como una daga ensangrentada. El ser maléfico clavó sus colmillos en el tobillo izquierdo del hombre resucitado y este padeció de fiebre y sudó sangre por espacio de siete días, no pudo caminar para guarecerse del intenso sol y ni del frío de las noches. Al octavo día despertó en una carpa lujosa, rodeado por personas que no eran del lugar, hablaban una lengua desconocida y sus rostros demostraban suma tranquilidad y paz, casi como si estuvieran en otro mundo. Fue conducido a travez de un oasis, con sendas de palmeras y caídas de agua cristalina, la arena del camino era oro en polvo y las piedras más grandes eran zafiros y diamantes que hacían tropezar a los que por allí deambulaban. Ingresó a una gran alcoba …///
- 27 -
///…
en cuyo centro había un gran camarote de madera tallada con incrustaciones de oro y marfil, en el cual se encontraba recostado un hombre que vestía finas sedas y estaba rodeado por cortesanas que le ponían en la boca frutas y le servían vino en jarrones de oro. Este le dijo ___ me llamo Sanatasec y eres bienvenido a mi edén, haz dormido por muchos días desde que fuiste atacado en el desierto por la bestia inmunda, conozco de tu procedencia y sé que eres el único hombre que ha resucitado luego de tres días de haber muerto, por obra y gracia de tu Maestro, por lo tanto y en agradecimiento por salvarte la vida me contarás sobre tu travesía por lo ríos que solo navega Caronte y te ofrezco devolverte el habla conociendo todos los idiomas de la tierra, también resucitaré a tus padres y hermanos y la vida eterna será para ellos, te sanaré tu lepra y tu piel sería suave y perfumada; ante la negativa permanente de Lázaro, el personaje que ofrecía tanto se convirtió en un ente demoníaco y habló con voz que retumbó en los desiertos, originando grandes huracanes que oscurecieron los arenales, diciendo que tenía tanto poder como su Maestro, que estaba enterado de lo que había visto, mencionó al hombre que murió diciendo que descendía de los monos y por tanto el hombre no había sido hecho a imagen y semejanza de Dios, jamás existió el edén, mucho menos Adán y Eva; también dijo que la iglesia cambiaría el mensaje de la muerte de su Maestro, para obtener riqueza para beneficio propio, mientras los pueblos morirían de hambre, de igual modo le dijo que los hombres inventarán armas para eliminarse entre ellos y los pueblos morirán por millones y los que sobrevivan se dedicarán a las fiestas y grandes bacanales sobre la faz de la tierra, destruirán todo lo que signifique vida y los pueblos serán arrasados por el hielo, los volcanes y los terremotos, refirióle también que los mismos seguidores de su Maestro serían sus verdugos como que así fue, finalizó diciéndole que había escogido en la última sala, la calavera que significa la muerte y es el destino de los hombres, la testa silenciosa que lleva el mensaje de la muerte y del fin de todo lo que signifique vida grabada en su frente, lo que ocurrirá en la primera quincena menos tres días del último mes del año duodécimo …///
- 28 -
///…
del segundo milenio. Asimismo le ofrecía todo el oro del mundo para que reniegue de su Maestro, como venganza por no haberlo acudido en su lecho de agonía, permitiendo su muerte y su vanagloria con su resurrección.

Sanatasec se acercó a Lázaro y le susurró al oído diciéndole___sé por tu mirada que quieres preguntarme por que destruí a Judas convirtiéndolo en mi aliado para poder vencer a tu Maestro y lograr mi primera victoria terrenal, te diré que para eso he aprovechado sus falencias y debilidades que siempre las puso de manifiesto; de entre doce hombres de bien, de cientos, de miles y millones que pueblan la faz de la tierra, era el ser adecuado por poseer sus poros como pequeñas hendiduras en su alma y su cuerpo, pero que a la postre eran como las grietas y abismos de la tierra, por donde accedí como el rocío finísimo de lluvia que aparece en la hora del albedrío de los muertos, cuando la noche flaquea, lejos del horario en el que nace y cercano a la hora de su muerte, que se inicia cuando el alba intenta mostrar su presencia y la noche levantando su capa se aleja por el triste y oscuro camino, levantando el polvo de los caminos y espantando a lechuzas y mochuelos. Habiendo invadido sus entrañas con mi pensamiento y mi voz, he conocido de su codicia por el dinero y la riqueza que produce su posesión, aunque para ello tuviera que matar al ser que más amaba, no obstante de conocer lo efímero de su presencia y lo banal de su brillantez; he palpado la envidia que nacía en sus épocas de niñez y se acentuó al conocer la sabiduría y bondad de su Maestro; su vida libidinosa y concupiscente afloraba en su mirada y preñaba las brisas del amanecer y las olas del mar que morían abandonadas en la playa, vestidas únicamente con los ajuares blancos de la espuma salada. He tomado todas las providencias en este momento crucial que será imperecedero hasta la segunda llegada de tu Maestro, para que la presencia de Judas no sea la del simple individuo, sino que esta se multiplique aún más que la muchedumbre de judíos que me ayudaron a crucificarlo, y que residan en las comarcas, villorrios, pueblos y naciones, que así como ayer, practiquen mi lucha contra la …///
- 29 -
///…
supuesta verdad, ahora y también mañana. Finalizó Sanatasec diciéndole___dale el justo valor y el merecido lugar a esta mi victoria que por cierto no será la única. Él te utilizó y luego te abandonó, que será de tu vida ahora que ya no está en este mundo ___ le decía.

En circunstancias en que Lázaro era atormentado, herido y perseguido por el ser fenomenal, pudo observar que por el extremo norte del desierto se aproximaba un torbellino que obscurecía todo su entorno, al medio del cual se hallaba una inmensa y fenomenal nube, que podía ser la madre de todas ellas, al medio del cual existía un brillo anaranjado intenso que logró cegar sus ojos, en cuyo interior flotaba una gran rueda paralela al relieve del suelo y otra cuya posición era opuesta a la primera. Ambas estaban cubiertas con ojos abiertos que como faros e inmensas linternas lanzaban luces multicolores. De ellas descendieron muchos hombres con la mitad del cuerpo como de animales, pues tenían dos alas emplumadas que nacían detrás de sus hombros, más dos alas que nacían a partir de la quinta costilla, estos seres tenían un rostro de humano, otro en lugar de la nuca como un gran pico de águila, en el lugar de la oreja derecha otro como de buey y en el de la sien izquierda un rostro de león; tenían los pies brillantes y enfundados en túnicas como de hierro y plata, así como sus brazos que terminaban en armas refulgentes como espadas desenvainadas. Al pisar la arena esta se hundía y dejaban grandes huellas humeantes y caminaban en las cuatro direcciones que apuntaban sus rostros y procedieron a luchar con los ejércitos de Sanatasec a quienes vencieron en contados minutos que parecían ser siglos sin principio ni fin.

Las embestidas de los guerreros del valle de Magedonar, originaban tal bullicio y revuelo como de infinitas tropas de caballería que galopaban sobre tambores gigantescos recubiertos de latón. En medio del estruendo de la batalla entre el bien y el mal, mostró su presencia una segunda nave ubicada …///
- 30 -

///..
más arriba de la cima más alta del mundo que asemejaba ser un trono de oro, en el que se encontraba un hombre rodeado con el fuego del sol y que alcanzó los rostros de los que osaron dirigir sus miradas, dejándolos ciegos y con la piel quemada como expuesta a un brasero. El dueño del extraño fulgor, formó con su cuerpo y sus brazos figuras como la letra Thau, al término de los cuales sus tropas subieron a sus naves y la tierra se abrió formando grietas por donde fugaban flamas incandescentes de fuego rojizo que incineraban los cadáveres de las tropas de Sanatasec, cuyas cenizas eran arrastradas por cataratas de lava y de roca líquida que nacían de la parte posterior de las naves que no eran de este mundo y las lanzaban al fondo de los acantilados. Luego de cumplir su misión salvadora, los guerreros dorados y victoriosos, adoptaron columnas de a tres y mirando el lugar de la batalla con los rostros de águila, observando las montañas de la derecha con el rostro del buey, viendo los valles de la izquierda con el rostro del león y avistando el pórtico resplandeciente de la nave mayor con el rostro de los humanos, ingresaron a ella y se elevaron a una altura en la que todavía llegaba la vista de Lázaro y estando allí, súbitamente desaparecieron en el espacio, quedando Lázaro nuevamente solo en el desierto.

Los navegantes allende los mares afirman haber cruzado sus navíos inclusive durante el día, con una pequeña canoa llevando a un pasajero cubierto de sábanas y vendajes, que les bate la mano para avisar la presencia de tormentas en las horas próximas. En los orfanatos ven a los niños conversar y jugar con un hombre misterioso a quien ellos llaman su amigo de los vendajes que les narra su vida y su muerte. En su antigua Betania, muchos afirman que en el lugar donde antes fue el Gólgota, los días jueves de cada semana un hombre cubierto de sábanas, con vendas en los ojos llora cogido de un pedazo de madera clavada en la arena. Recién cuando le alcanzan trozos de pan y vasijas con agua, este se calma y se aleja.

Nunca pudo desterrar de su mente ni aclarar la misteriosa ..///
- 31 -
///..
presencia de un hombre ahorcado que se le aparecía en sus atardeceres en los desiertos y parajes desolados. Su cuerpo pendía de una soga atada al cuello con el nudo de la muerte y la otra punta liada a la rama de los árboles resecos que acostumbran crecer al borde de los acantilados. Su vestimenta estaba raída y no tenía sandalias. Llevaba sobre su hombro izquierdo una bolsa de cuero viejo, con muchos agujeros en su base, por donde caían monedas de hierro y latón mal fabricadas. Estos pedazos metálicos que no valdrían como moneda en ninguna nación que exista sobre la faz de la tierra, tenía grabada en el anverso la figura de un puñal, que es el símbolo de la felonía y en el reverso, el hocico y la cabeza de un macho cabrío, como homenaje al rey de los infiernos. Al dar contra el suelo pedregoso las raras monedas se convertían en alimañas ponzoñosas que rápidamente se escondían bajo las piedras y los restos de los troncos secos.

La presencia mísera de ese hombre desaparecía del entorno de Lázaro, cuando éste oraba de rodillas y en actitud contrita a su Maestro, tanta era la devoción y la pasión en su entrega que empezaba a elevarse del suelo, como algo tan liviano y sin peso, inclusive la leve brisa parecía mecerlo de un lado a otro. Gruesas lágrimas nacían de entre sus viejos párpados y revivían la carne cansada y somnolienta de las grietas profundas que servían de cauce a los caudales de agua tibia y salobre que enviaban sus entrañas por sus casi inexistentes mejillas. Al dialogar Maestro y discípulo, cesaban los ruidos propios del paraje, los vientos se detenían y las hojas secas que se desprendían de sus ramas quedaban pendidas en el aire, como sujetadas por hilos invisibles.

Luego de las tentaciones que fue objeto en el desierto por parte del ser infernal, que divide y destruye todo lo que está organizado y existe para bien de los hombres, creyó haber llegado al entendimiento de que era incoherente y casi absurdo organizar las vivencias de sus sueños pasajeros, y creer que se vive en base a ellos, que llevan el color de la esperanza y el tinte de las cosas ideales, mientras su ensoñación no sea permanente y eterna …///
- 32 -
///…
pues, esto era mucho más difícil que hacer una cadeneta transparente y húmeda con las gotas de lluvia caídas la noche anterior o de recordar las palabras de amor que su madre le pronunció durante toda su vida. Se dijo para sí, que todo era igual y nada merecía la pena. Nunca debí___se repitió nuevamente para sus fueros ___haber permitido que mi excesivo apasionamiento y endeble sentimentalismo, me haya obligado a seguir el camino perfumado de crisantemos y alhelíes, hacia el valle donde se aceptan como verdaderos los hechos aún no consumados, que todavía no se han dado, por que a la postre todo resulta siendo una ilusión, salvo la muerte.

F I N
NOCHE DE ALCARAVANES
Material bélico chileno producto del salitre peruano
Por : MARCO V. SANTOS DLG
El General Izurieta y sus pares de la Marina y Fuerza Aérea chilenas salieron con su gusto de ejecutar sus juegos de guerra con el nombre de Salitre 2009, no obstante que la presidenta Bachelet y sus diplomáticos habían dispuesto el cambio de tal nominación que afectaba a las relaciones con el Perú, por cuanto ese recurso mineral del Perú fue el objeto de codicia de los araucanos, quedando entonces la mandataria mencionada como siempre soslayada y ninguneada por los cadetes de Pinochet. Salitre 2009 es un ejercicio multinacional de planificación y ejecución de operaciones aéreas combinadas; en el mismo, se simula que una coalición internacional integrada por Estados Unidos, Francia, Brasil (abastecedores de armas de Chile) y Argentina que no tuvo ningún aspaviento en participar en este simulacro organizado precisamente por el país que lo traicionó en la guerra de las Malvinas, aliándose con la Gran Bretaña de la Tatcher; con la anuencia de la ONU, aquella que galardonó a Barack Obama con el Premio Nobel de la Paz, para obligar a un país (¿Perú?) que ha violado las normas internacionales a respetar las mismas por la razón y por la fuerza; se simula un conflicto de baja intensidad con operaciones en una zona determinada. En este bódrio figurantista y mediático militar participan 1,400 soldados chilenos y 400 pilotos de élite de los países referidos, del mismo modo Argentina desplegará aviones A-4, A-2 y KC-130, asimismo Brasil con naves A-1, EE. UU. con F-15, KC-135 y HC-130, Francia con Mirages 2000 y AEW, finalmente Chile con F-16, F-5, kb-707, EB-707 y Helicópteros de Rescate.
Chile es un país que actualmente tiene una población que oscila entre los 16 millones 600 mil habitantes, conformados por aborígenes como los Chonos, Yámanas, Alacalufes y Onas entre otros que son indigentes y superviven en extrema pobreza con $ 23 dólares mensuales y los otros criollos y mestizos que son el 95% de esa población que sobrevive con $ 47.00 dólares cada treinta días; estos miserables de Víctor Hugo con el tiempo tendrán que alimentarse de pólvora, latón y jebe de las botas de sus tropas. Su hidrografía y sus recursos agrícolas son pobres e incipientes, pero tienen holgura en la minería por el cobre y por sus volcanes que sobrepasan el medio centenar. El territorio más ancho desde la cordillera al mar es de unos 470 Km. y el más angosto mide unos 90 Km.
Con estas condiciones geográficas limitadas y poblacionales deprimentes las tropas chilenas han enriquecido sus arsenales y los bolsillos de sus mandamases, para hacer alarde de un falso poderío bélico, sin querer reconocer que esta circunstancia coyuntural nace del oro, la riqueza cultural y el salitre que fueron expoliados por Patricio Lynch y sus vándalos en la invasión de Lima y parte de la patria, como consecuencia de la nefasta Guerra del Pacífico en defensa de una alianza y hermandad inexistente e indeseable con los de Alto Perú. Email; marsangal@hotmail.com
http://parnasoppslibresxxiblogspot.com/

domingo, 8 de noviembre de 2009

NOCHE DE ALCARAVANES
Historias de emisarios sin hojas de ruta y virus antiarmamentistas
Los Estados que sobrevivirán el largo trayecto incipiente del Siglo XXI, son aquellos que en base a una auténtica organización y conocimiento de su Geopolítica y Geoeconomía, han logrado sustentar un auténtico respaldo económico en base a la explotación e industrialización de sus recursos naturales, que luego de solucionar los problemas de bienestar del mercado interno de sus naciones, acuden al mercado exterior y a la exportación, en donde sus productos son imprescindibles, dada su calidad y excelencia. Esta fortaleza económica que deviene de la existencia y participación en la vida activa de los estados en referencia de sus organizaciones políticas maduras, con planes y metas de gobierno generalmente aplicables a mediano y largo plazo y con políticos enemigos de la demagogia y la corrupción, se ve protegida con el respaldo de sus Fuerzas Armadas en actividad y en reserva, con recursos humanos preparados física y mentalmente y el equipamiento de recursos logísticos modernos acordes a superar en el 100% más uno al del enemigo. En otras palabras los Estados que sienten la necesidad de proteger a su pueblo en cuanto a su salud, vivienda, alimentación, educación y seguridad interna, la inversión de sus capitales en el exterior y de sus riquezas naturales, puede y debe prepararse militarmente para la defensa de estos, constituyéndose en una garantía sin necesidad de disparar un solo tiro. Finalmente el Estado que tiene plata hace lo que quiere con su dinero, más aún si es amigo de los otros Estados millonarios, por lo tanto no hará caso a ningún pedido de clemencia de sus vecinos que quieran enseñarle que no debe comprar.
Las naciones del primer mundo (llámese EE.UU., Francia, Inglaterra, Alemania y otros) círculo al cual Chile pertenecerá dentro de poco, perciben el 80% de sus ingresos mediante impuestos que pagan las empresas privadas que fabrican material bélico desde submarinos, barcos destructores, aviones de combate y tanques, hasta fusiles, granadas, municiones y uniformes; figura muy parecida a la del Perú, pero a la inversa, que sobrevive alcoholizado con el 60% del impuesto que pagan las fábricas de cerveza, de licores en general y del tabaco. Entonces ¿cree Usted que los estados modernos e industrializados que mencionamos y otros en vías de desarrollo tecnológico e industrial, ubicados en otras latitudes y también en la nuestra, recibirán de buen talante a nuestros emisarios integrados por ministros y congresistas sin permiso, que se constituyan a cada país que encuentren al paso y pidan a sus mandatarios a manera de súplica, que no compren más armas, que no las fabriquen y que no las vendan?
Lo que el Perú tiene que hacer, lejos de enviar emisarios sin hoja de ruta ni tener conocimiento de la situación, los antecedentes, la misión y los objetivos de sus comisiones en el extranjero, es de cambiar en el día a los sátrapas encargados de los ministerios de Defensa y Economía, colocando en ellos a gente con capacidad de decisión, con actitud pro patria, que analice la vergonzante situación logística y económica de nuestras tropas, que no pueden siquiera luchar contra un puñado de facinerosos narcotraficantes en el VRAE; que se adquiera material bélico moderno con el cánon minero y gasífero dispuesto por Ley; que se reactive la Central Nuclear de Huarangal creada por Velasco Alvarado en 1970; que se reciba en los cuarteles del EP, FAP y Marina, por lapsos de 60, 90 y 120 días y con los medios de bienestar y superación asignados, a jóvenes universitarios y de nivel secundario y se interne por la fuerza a los integrantes de la barras bravas y sus congéneres; que los gobiernos regionales sean considerados en los rubros económicos de los planes de los Teatros de Operaciones del norte y del sur; que se reactiven los clubes de tiro en todos lo departamentos y provincias en donde siempre existieron y que fueron cerradas a causa del terrorismo, con asesoramiento y equipamiento logístico por parte del Ministerio de Defensa; que el actual Servicio Militar Voluntario, previo análisis sea perfeccionado para la recepción a estudiantes universitarios, técnicos y de mando medio, con planes de estudios, alimentación y futuras plazas de trabajo, tanto como reenganchados como en la vida civil. Email; marsangal@hotmail.com ; http//:parnasoppslibresxxiblogspot.com/
NOCHE DE ALCARAVANES
Cusco exige erradicar depósito municipal de óvalo Pachacuteq
El desaparecido ex alcalde cusqueño, c’osco runa Daniel Estrada Perez en su calidad de alcalde de esta ciudad construyó el óvalo de Pachacuteq en una zona de confluencia poblacional y comercial del Cusco, como es la salidas de la residencial Huancaro, de las urbanizaciones Ttio y la Florida, del terminal terrestre y de los poblados de la márgen derecha, siendo por tanto una obra importante en su entorno social y económico. Es más el mismo ámbito de esta construcción contaba con áreas verdes y un pequeño estanque con aves y auquénidos; los turistas que lo visitaban y transeúntes en general, observaban un cuadro de contrastes de lo natural con lo arquitectónico.
Hoy en día, vemos esta construcción totalmente abandonada, con el monumento del inca Pachacuteq descolorido por el óxido y la polución ambiental, que amenaza con caerse a pedazos, las verjas del entorno del gramado, destrozadas y quebradas por los vándalos, las áreas verdes invadidas por familias enteras que las utilizan para pasar sus alimentos, ingerir bebidas alcohólicas y efectuar sus escenas inmorales y carentes de respeto a la población que transita por el lugar a pie o a bordo de vehículos de transporte privado, público, motorizado y ferroviario. Todo esto como consecuencia de la falta de control del comercio ambulatorio, de la inexistencia de serenazgo y seguridad ciudadana y de la inoperancia de la gerencia de medio ambiente; tal como sucede en toda la ciudad y casco monumental que se ha convertido en un verdadero asco y vergüenza para todo cusqueño que se jacte de tal.
Pero el asunto de fondo no es lo que acabamos de analizar sino la existencia de un área de considerables dimensiones ubicada exactamente en la entrada a la ciudad de los turistas nacionales y extranjeros que llegan por vía aérea y por ferrocarril, limitando con la vía férrea procedente de Arequipa, entre el desaguadero de eses que alguna vez se llamó río Huatanay, la carretera hacia los asentamientos de la margen derecha y el óvalo de Pachacuteq. Es un terreno cercado y forrado con planchas de cilindros, cartones y cuanta basura han podido arrebatar al botadero de Haquira, evitando parcialmente que se pueda observar lo que celosamente se guarda en su interior. La parte lateral que da hacia Huancaro ha sido invadida por kioskos, caramancheles, garitos y talleres, en donde se expenden drogas, licor, comidas, se desmantelan y “arreglan” vehículos motorizados, se practica la prostitución al paso y se asaltan a los transeúntes y parroquianos a toda hora del día. En su interior se guarda y almacena todo tipo de basura metálica llamada chatarra, desde chasís, carrocerías, motores, puertas, ventanas, vidrios rotos, faros, mangueras, baterías, llantas, depósitos de carburantes y combustibles fuera de uso, hasta cilindros, contenedores, postes, cables, focos y basura espacial y terrenal que ni su imaginación alcanzaría a comprender. Esto sin contar la guardianía y servicio de garaje de vehículos de la municipalidad que se caen a pedazos y son los que conforman el más triste parque automotor del país, claro está después del de Lima.
Usted se preguntará ¿y quién es el autor de tal masacre al medio ambiente, al ecosistema, a la cultura y a la sociedad en general?. Pues nada más y nada menos que la Municipalidad Provincial del Cusco cuya encargatura en reemplazo de la mafia prófuga upepista convertida hoy en día en reos contumaces, como remedio, ha resultado peor que la enfermedad, por que para emplear la iniciativa y el sentido común en las formas de acción para salvar a la ciudad, tienen cero de nota y con expulsión de por vida.
Este antro llamado depósito municipal, bien podría convertirse en un área verde con caídas de agua, con plantaciones de especies nativas, con muros y construcciones de imitación inca al de Tambomachay, Q’enqo, Pisac, etc. Señor Flores, Alcalde de Cusco, solo dos consejos : Cambie Usted de asesores, por que parece que los actuales se los a puesto el enemigo y concluya el presente año dando una alegría al pueblo, desapareciendo ese muladar motorizado creado por la anterior gestión, recuperando esa área para las familias y juventudes cusqueñas que se lo van a agradecer. Email; marsangal.@hotmail.com ; http://parnasoppslibresxxiblogspot.com