NOCHE DE ALCARAVANE S
La utopía del Indulto como gracia
Marco V. Santos DLG.
¿Puede el pueblo elector peruano, según cada partido o movimiento elegir en el ámbito nacional a congresistas para que legislen y fiscalicen al ejecutivo por intermedio de las diversas comisiones autorizadas para tal efecto y al día siguiente estos mismos se conviertan en flamantes ministros que como perros falderos del gobierno de turno, que no es otra cosa que su mismo partido, se conviertan en juez y parte del entuerto político nacional?.
Pero claro que sí, y es el caso de Aurelio Pastor que siendo congresista ejerce el cargo de Ministro de Justicia en la forma más mísera e indeseable, tanto para la desgastada imagen del presidente y su partido de gobierno como para la moral pública del pueblo peruano. El ministro de marras hizo firmar y autorizar por el jefe del ejecutivo la libertad con expediente fraguado, con certificados médicos de parte, con documentos importantes periciales escondidos y demás fallas garrafales inducidas, el indulto de Enrique Crousillat. Aquel personaje del video en donde vendía subrepticiamenete el canal 4 bajo su conducción al gobierno corrupto del fujimontesinismo.
Este ministro que hoy en día se aferra a su cargo ficticio bajo el argumento de habérsele ratificado la confianza por parte del presidente y de su partido y ¿el pueblo que?, dijo en la plazuela del palacio de gobierno que en el Perú no se pueden anular los indultos por que son cosa juzgada. Nada más irreal y falaz, por que desde el punto de vista de que si esta gracia que arrastramos de las monarquías absolutistas hoy en día extintas, ha nacido con argumentos y documentos que no se ajustan a la real situación de salud del reo objeto de la supuesta gracia, es obligación del presidente anularla ipso facto, debiendo ponerse a buen recaudo (en prisión) al flamante prófugo Crousillat, al ministro Pastor, a su médico de cabecera, a la comisión de indultos del INPE y a todos los sátrapas y secuaces del ministro de justicia. Del mismo modo la Fiscalía de la Nación, Defensoría del Pueblo, Contraloría General de la República y demás entes públicos que no sirven para nada que signifique defensa y protección de los intereses morales y materiales del pueblo, deberían investigar los indultos y gracias monárquicas aplicados desde el año 1990 a la fecha.
Puede el pueblo peruano confiar en el ministro Pastor fabricante de este favor político mal llamado indulto que causa vergüenza nacional, en su propuesta de despenalizar las cárceles del país soltando a más de cinco mil presos a quienes se monitorearía mediante pulseras y brazaletes electrónicos al estilo USA, seguro que no, por cuanto sería su gran negociado y pase a la condición de flamante millonario de este continente, si es que no lo es ya.
No obstante que el actual presidente dijo en uno de sus tantos discursos que en política no hay que ser ingenuos, ahora sale a los medios a decir que ha sido sorprendido, empero no indica por quién, ¿tal vez por su ministro de justicia, por el INPE, por el mismo Crousillat, por el chino de la esquina o por el caballo de Bolivar?
Prestamente han salido a los medios los jefes de la policía y de migraciones, comunicando a los cuatro vientos que han colocado efectivos en toda la frontera, las fotos a color del prófugo de marras, en los baños y cafetines de los locales limítrofes, han intervenido los hoteles de cinco estrellas y las playas más pitucas y mala noticia, no lo han encontrado. Lo mismo dijeron para la captura del fujimontesinista Hurtado Miller hace más de ocho años y nunca lo han capturado, a sabiendas que se encuentra en el sótano de su residencia en San Isidro. Que podemos esperar de una policía judicial ineficaz que en el Cusco, no puede capturar a los Gallegos, Ochoas, Palominos, Cárdenas y demás corruptos de la banda de J y S, que hoy en día se pasean orondos por los pasadizos de ese local público mal llamado gobierno regional.
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