NOCHE DE ALCARAVANES
VÓMITOS POR ESTIERCOL
Marco V. Santos DLG.
Caprichosamente el capataz Alan García, haciendo oídos sordos al pedido de los peruanos que radican en su finca, inclusive desoyendo a los arrendires y propietarios de algunas parcelas según COFOPRI y que pertenecen a su cofradía, incluyó en el gabinete Velasquez Quesquen al inefable y tristemente célebre Rafael Rey Rey asignándole el difícil e ingobernable ministerio de defensa, no sabemos bajo que argumentos ni antecedentes de gobierno y administración de una cartera encargada de lidiar con generaluchos duchos en el latrocinio de arenas, combustible, carburantes y frejoles.
Este elemento asexuado, xenófobo y fascistoide que no ha sabido enamorar jamás a una mujer, menos copular ni procrearse (de lo cual estamos agradecidos los peruanos) y que lo único que ha atinado ha sido el de sobrevivir entre las sotanas de los pedófilos del Opus Dei, encabezados por Cipriani y su larga cola de pederastas del interior del país, a puesto en grave peligro a la nación, no solo materialmente ante la negativa de apertrechar con equipos bélicos modernos a nuestras FFAA, que por lo menos traten de equiparar al de los chilenos y ecuatorianos, bajo un molde pacifista y antibelicista propio de los manfloritas de su calaña, sino que moralmente ya que ha castrado los ánimos e inquietudes de la oficialidad joven y la tropa balbuceante pero valiente como los antiguos incas, al haber sometido a sus nefastos fines al actual comandante general del EP, que es la personificación misma de la traición, la ignominia y la cobardía andante, a sus estados mayores y a todos los lacayos uniformados del actual gobierno.
Tanto es así que ha osado comprar chatarra china llamados tanques de hojalata que fueron el hazmerreir en el desfile de fiestas patrias del año pasado y en el presente puso en la Av. Brasil los tanques chilca que fueron adquiridos por Velasco en los setentas, este mismo elemento frágil pero asqueroso en el lugar en el que se aparezca, es aquel que con el dinero del pueblo iqueño y peruano hizo embasar cientos de botellas de pisco con la marca de 7.5 que era el indicativo de la escala de Richter del terremoto que destruyó los pueblos que rodean las líneas de Nazca.
Pero la vergüenza nacional no queda ahí, sino que atormentado por la figura de los cañones de los tanques T-33 por los cuales tiene extraña fijación, sin raciocinio y con la mente obnubilada por sus sueños bélicos libidinosos, adquirió misiles israelíes y demostró públicamente su manejo, claro está que este improvisado, no tomó las medidas de seguridad para los soldados que manejaban dichas armas ni para el público asistente plagado de figuretis de toda calaña y procedencia, estando entre ellos connotados congresistas que vieron rebotar en sus espaldas la artillería judía, claro protegidos por sus gruesas caparazones. Para resarcir su extrema metida de pata les ofreció hacer un cursillo de 12 horas dizque de oficiales de reserva en contubernio con el hombrecito del bigotito que anda buscando a su perro faldero por las calles de Lima. En efecto cual soplamocos en la cara de todos los engalonados de las FFAA hizo aparacer cual blakaman moderno a mujeres y varones dueños de curules actualmente con uniformes, emblemas y espadas de mando del grado de mayores del ejército (o sea con los uniformes que vistieron gloriosamente nuestros héroes) en la tribuna oficial del 29 de julio 2010. Estas mujeres caras de plástico muy orondas con la sonrisa de ceja a oreja con sus rostros lacerados de botox, saludaban a todos con remedo de porte militar.
Para cerrar con broche de oro las actitudes de este Benjamin Button, hemos visto como ha destruido el penúltimo gabinete, ya que como fujimorista hizo fabricar con el engendro Nagasaki un documento llamado decreto ley, para salvar a los del grupo colina, a los militares corruptos de baja estofa y al mismísimo ente Fujimori-montesinos. El documento de marras ya fue derogado gracias a una fe de ratas.
Rey Rey cumplió con su cometido y ahora, sabiendo que propició un cambio de vómitos por estiércol, estará buscando reacomodarse en la podredumbre del movimiento de los crisantemos color naranja, contento de su labor destructora dentro de los cuarteles como pro chileno que siempre fue y será.
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