miércoles, 22 de febrero de 2012

MINAS CHILENAS EVIDENTES Y CONCIENCIAS ENCUBIERTAS NCUBIERTAS

Cuando el año de 1979, a los cien años de la guerra, me desempeñé como Jefe del Sub Sector Fronteras Litoral en la frontera con Chile, a cargo de los Puestos de Vigilancia Santa Rosa (en el complejo del mismo nombre) Francisco Bolognesi (el Faro), Alfonso Ugarte, Los Palos, La Yarada, no podíamos ejecutar libremente nuestra patrulla fronteriza mixta con el EP, por cuanto desde el hito 01 en el Faro hasta el 25 aproximadamente en el tripartito (frontera con Bolivia y Chile)el territorio estaba completamente minado, tanto la tierra de nadie como el nuestro, lo que se podía constatar ante el hundimiento de la arena de las dunas debido al peso de las cargas anti personales y anti tanques, lo que era claramente observable en horas del día.
Eso lo supieron los gobiernos de turno, desde Odría, Belaunde, Velasco, García, Toledo y el actual, los mismos que nunca hicieron nada por hacer cumplir las disposiciones del Tratado de Ginebra respecto al minado de las fronteras como a la no presencia de tropas regulares a menos de 30 km del país vecino, tal vez por desidia, inoperancia, negligencia, ineptitud, pero más creo por miedo a la respuesta negativa propia de la arrogancia y violencia de la soldadesca chilena que siempre se ha meado en su falsos gobiernos democráticos, en su inexistente diplomacia, en su pisoteada política del buen vecino, en su total desacato a las disposiciones internacionales de organismos como la ONU, OEA, TIAR y demás matrotetos chabacanos, similares a la Corte Internacional de la Haya, de cuyas sesudas recomendaciones sobre el conflicto marítimo con Perú, los que seguramente serán a favor de la tesis peruana, sabrán dar sonoras carcajadas en sus cuarteles y bases de aviones y submarinos y cuyos papeles amarillentos y con sello de agua servirán para que las tropas de los hijos de Pinochet los utilicen en sus malacates después de cada defecación.
Debemos prever los peruanos que los chilenos no solo tienen sus minas a flor de tierra escondidas como la miasma del gato, que se hacen evidentes ante una simple ventizca o garúa que acompaña a la camanchaca tacneña, ya que nos demostraron su felonía genética y animadversión hacia los cholos peruanos, con el falso plebiscito del 50, con la venta de armas a Ecuador, el apoyo a los británicos en el conflicto de las Malvinas, su excesivo armamentismo, su ambivalente reacción en el actual conflicto de las Malvinas, sus espías chabacanos y regados en la misma cantidad que sus minas fronterizas, sino también sus oscuras ambiciones de un país con una geografía terminal debido a sus limitaciones fronterizas por el lado que se las mire, con el agravante de que en un movimiento sísmico fuerte se desmoronará hacia los barrancos como cualquier balcón viejo de Barrios Altos; ellos desean hegemonizar la mitad del Perú y tener bajo su custodia Machupicchu, el Parque Nacional del Manú, el Río Amazonas y la salida al Atlantico vía Madre de Dios.
Empero para impedir ésto no lo haremos con generales cobardes y falsos victoriosos como Hermoza Rios, con tanques T-33 o Chilcas, con fusiles Mauser con soldados famélicos y agonizantes, con oficiales dedicados al enamoramiento y a matrimoniarse entre ellos, sino con ejércitos con actitud e identidad, bien pagados y alimentados.
El chileno nieto de Prat y Pinochet no es extraterrestre y no los demostraron Cáceres y sus rabonas y ahora es el momento de prepararnos para la gran embestida de la bestia negra que viene del sur protegida con los cascos de los ingleses y los escudos de los norteamericanos.
MARCO V. SANTOS DLG.
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