EL FUTBOL , EL OTRO OPIO DE LOS PUEBLOS

EL FUTBOL, EL OTRO OPIO DE LOS PUEBLOS. Marco V. Santos DLG. Karl Marx en su obra "La Contribución a la crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel", dice que la inquietud religiosa es al mismo tiempo la expresión del sufrimiento real y una protesta contra el sufrimiento real. La religión es la queja de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón y el espíritu de un estado de cosas desalmado. Es el opio del pueblo. Al mismo tiempo se comenta que la religión es un invento humano, está creado para que el hombre descargue sus inquietudes con ella, la religión es totalmente primitiva. En nuestro país emergente y en plan de desarrollo parece que fuéramos para atrás cuando a resultas del accionar de los operadores psicológicos de la religión católica, observamos que grandes masas de sectores poblacionales acuden a procesiones públicas mensuales ejecutando actos de sacrificio, penitencia y reconciliación buscando lograr una plaza vacante en el paraíso luego de venida la muerte, sin analizar su recorrido y permanencia durante su vida, vale decir queriendo pasar por el ojo de la aguja llevando una viga entre los ojos. Quien tiene mucha culpa en éstas conclusiones irreverentes con causal de excomunión empero válidas, vertidas no sólo por los comunistas en cuanto al catolicismo es el Vaticano y su clero egoista que durante siglos tomó la buena idea que dió Jesús sobre el amor y la fé, para aprovecharse y abusar de ella, como nos lo enrostran los hijos de Torquemada, del cura Valverde, de los curas pedófilos y el actual papa en ejercicio. Si nosotros volcamos todo éste párrafo analítico de la religión opiácea que destruye las sociedades modernas y la dirigimos hacia el futbol, mal llamado el deporte rey, el deporte de las masas, veremos que es también la droga que destruye éstas sociedades del viejo y nuevo mundo, con grandes inversiones de dinero procedente del lavado de narco dólares para la compra y venta de jugadores cual artefactos de segundo uso, lo que propicia le existencia de mafias enquistadas en los clubes y en las selecciones nacionales que compiten eliminatorias para campeonatos locales, continentales o mundiales, como es el caso risible y extraño por cierto, acontecido en Centro América entre Honduras y El Salvador que se fueron a conflicto bélico llamado la Guerra de los Cien Días, durante las eliminatorias para el mundial del año 1970, acción de armas que sólo buscaba encubrir los malos manejos de sus gobiernos corruptos de ese entonces. En el caso especifico del Perú vemos que en éstas eliminatorias, en las anteriores y en las que vendrán, grandes masas de pobladores capitalinos de todo estrato social acuden al estadio nacional vestidos y pintarrajeados con los colores pátrios, capitaneados por el jefe del Poder Ejecutivo que bien podría también visitar y alentar a los jugadores de ajedréz, de badminton, de voley o de artes marciales, asisten a los encuentros cual ciudadanos dopados y bajo los efectos de algún alucinógeno a alentar a la selección a sabiendas que los jugadores escogidos no van a ganar el encuentro por que no cuentan con los argumentos requeridos como son de la identidad, la auto estima, el orgullo, el amor propio, el sentido de patria, de dignidad, de apellido, de profesionalismo, de cultura y educación, siendo únicamente una agrupación de negritos callejoneros masca chicles que viajan a bordo de autos lujosos y se levantan a mujeres que ejercen el oficio más antiguo del mundo, disfrazadas de vedettes y modelos del mundo mediático limeño. El futbol como nuevo opio de los pueblos, no debería ser considerado como deporte prioritario por el presidente de la República ni por el pueblo peruano, por que gracias a la ineptitud de los diirigentes de la FPF, de sus entrenadores desfasados y sin autoridad como Markarian y sus jugadores mediocres, aplastinados, derrotados genéticamente y nacidos para perder, no iremos al mundial por los próximos cincuenta años, lo que fácilmente nos obligaría a colegir que el futbol debe ser desterrado de nuestro país juntamente que sus máximos exponentes buenos para nada como Pizarro, Acasiete, Vargas, Rodriguez, Zambrano, Farfán y otros indeseables, y también de las mentes de todos los peruanos y dedicarnos a la práctica del atletismo, de la natación, del box, etc., como acontece en Cuba lo que ha llevado a la isla a ser potencia mundial en éstas disciplinas. http://PARNASOPPSLIBRESXXIBLOGSPOT.com/