jueves, 4 de febrero de 2010

NOCHE DE ALCARAVANES
Paro FFAA-PNP
Acción o reacción
Marco V. Santos DLG
Enuncia el dicho que tanto va el cántaro al agua que puede volver sin asa, que como en muchos casos sociales en el Perú, se convierte en realidad y en desmedro del mismo Estado y la nación. La sociedad contemporánea peruana se ha empecinado y continúa haciéndolo por intermedio de sus autoridades, políticos y gobiernos de turno, en sancionar a las instituciones tutelares del Estado como son las FF.AA. y la PNP, por hechos delictivos, de exceso y de omisión cometidos en gran parte por individuos engalonados, estrellados y condecorados que se aliaron con la corrupción a lo largo de la historia republicana. Ahí están los nefastos gobiernos golpistas reiterativos y obsecuentes, unos a favor de la derecha oligárquica y otros tirando para el socialismo y la izquierda desorganizada. No se puede sancionar a las instituciones por culpa de los integrantes nefastos que han sido juzgados por la historia, sometiéndolas al olvido, a la desesperanza, al abandono, a la vergüenza pública y al desprecio, ninguneándolas cuando sus integrantes procedentes del pueblo y no precisamente de sus niveles A y B o clase media que ya no existe, piden una reivindicación moral pública y mejoras de haberes, por lo menos para paliar la aguda crisis económica por la que atraviesan sus familias.
Empero el desfase y la actitud pro subversiva de los gobiernos de turno contra la satisfacción y atención de los eternos petitorios económicos de las FF.AA y PNP, se ve reforzada con la presencia de un aliado importante que es la población civil misma, compuesta por estudiantes, trabajadores, profesionales, obreros, con empleo o sin él, que lejos de coadyuvar en la lucha pasiva diaria de sus hermanos uniformados para ser oídos por los gobernantes, adoptan una actitud abúlica, desinteresada e indiferente, inclusive contraria a los factores que originan el reclamo, sin darse cuenta que mientras las fuerzas del orden estén pisoteadas, sin moral ni disciplina, la tranquilidad y bienestar público será inexistente y cosa del olvido.
Los poderes del Estado peruano se han convertido en elefantes blancos o sepulcros blanqueados característicos de las republiquetas bananeras africanas de los Bokasa e Idi Amín. El Ejecutivo administra la patria como su chacra, cuando quiere le pisa el cuello al Legislativo y le hace picadillo sus leyes y al Judicial le enmienda la plana, le indulta a sus presos y hasta lo dejan sin asiento en los desfiles. Este atropello sucedió hace unas semanas cuando por mayoría los congresistas aprobaron utilizar los remanentes de las diferentes carteras para que por única vez se pague un bono de S/. 7,000.00 a los miembros activos y en retiro de las FF.AA. y PNP, lo que fue desconocido y borrado de un plumazo por la cacasena enquistada en el Ministerio de Economía, ante el telefonazo proveniente de los despachos de bertoldo y bertoldino.
En pleno siglo XXI el Perú no se puede dar el lujo de ser una vergüenza ante la comunidad internacional en cuanto al respeto a sus poderes públicos y a sus fuerzas del orden, resultando pues falso el que seamos la envidia de América y el mundo.
No se puede permitir que la acción negativa de una encargada temporal pro elecciones 2011 del Ministerio de Economía que demostró que no conoce un ápice sus funciones, al hablar ante la prensa de sumas de dinero adulteradas y distorsionadas, engañando a la opinión pública, ponga en riesgo la tranquilidad pública al ocasionar y obligar a la reacción natural y obligada de los miembros de la PNP y FF.AA que claman justicia y equidad, en las calles y plazas de las ciudades del territorio patrio.
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