lunes, 14 de junio de 2010

NOCHE DE ALCARAVANES
17 de Junio : Unidad en la Acción,
Contundencia en la protesta
Marco V. Santos DLG
De las circunstancias coyunturales agraviantes sociales como las que venimos viviendo hace mucho tiempo en el Cusco, la región y la nación entera, debemos sacar provecho y emplear las experiencias adquiridas como las armas del pueblo para demostrar a lo largo y ancho de la patria, la unidad como un solo puño en las acciones por realizarse contra los baldones de la ignominia y la arrogancia, para de esta forma lograr que la una y mil protestas que hagamos, sean contundentes y dejen sin aire los vientres abultados y adiposos de los gobernantes de turno y sin el tintineo de las monedas del pueblo en sus bolsillos.
No nos cansaremos de evocar el pensamiento y la denuncia patriótica de Manuel Gonzales Prada cuando nos habla de los asaltantes ibéricos comandados por Pizarro, Luque y Almagro, que montados sobre caballos famélicos, con arcabuces en la espalda, cruces sangrantes en la mano izquierda y espadañas relucientes en la diestra, destrozaron una cultura y civilización por la codicia del oro y el dominio de los territorios; y es que él, se refería a los beduinos y bereberes sarracenos asaltantes de los desiertos africanos que hegemonizaron a los españoles desde el año 711 hasta 1492, cuyos descendientes son los tres sujetos enunciados y los hijos de estos son los modernos beduinos que cada cinco años se agrupan en bandas organizadas para expoliar al pueblo peruano y vender y rematar sus riquezas y recursos minerales y naturales en general, como que seguro Raimondi en su tumba sigue pensando que aún existen.
La gran tómbola del país empieza pues desde el nacimiento de la república en donde luego de enquistarse y apoltronar sus interminables traseros en el sillón presidencial y las curules del congreso, explotaron el caucho o lo que era la chiringa hasta desaparecerla, luego vendría al guano de isla que como estiércol del guanay, era gran alimento de los sátrapas, les siguen, la extracción del cobre, la anchoveta y las demás riquezas ictiológicas de nuestro ancho y ajeno mar, los pozos petrolíferos de León, Químper y Del Castillo y en la actualidad el gas de Kamisea que se evapora de nuestras manos y desaparece de nuestra vista. Seguro que mañana se consolidará la venta de los territorios amazónicos de nuestra selva con los cadáveres de aborígenes y policías incluidos y pasado mañana, las aguas dulces del Río Amazonas, sus afluentes y las del lago Titicaca.
Es necesario que el pueblo cusqueño conformado por estudiantes de todos los niveles y estratos sociales, los trabajadores bancarios, de salud, de transportes, de educación, de construcción civil, de los mercados y centros comerciales, los ambulantes y los independientes, con mayor razón los interminables desempleados, los sin suerte y sin destino y los sin carné partidario, salgan de sus centros de trabajo y domicilios para marchar como un solo puño por calles, avenidas y plazas de la ciudad del Cusco, desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, sin demostrar cansancio, fatiga, ni sed. Estamos seguros que en esta gran eclosión de la masa popular y social cusqueña, no estarán los congresistas por el Cusco que por más polleras que vistan y discursos que lancen, siguen siendo una vergüenza para el Cusco, los sesudos gerentes del gobierno regional que roban dos y tres sueldos mensuales al pueblo por no hacer ni servir para nada, su presidente el mirmidón de los trillones de M3 de gas y de acciones de corrupción y los ayayeros del gobierno central que ostentan falsos cargos políticos. Está demás decir que el paro del próximo 17, no será el caballito de batalla y la banderilla de corrida de toros de los modernos alquimistas que buscan convertir en oro y en votos todo lo que tocan, como los que hacen mítines sin capacidad de convocatoria o como aquellos alcaldillos pueblerinos que renunciaron a sus cargos para asaltar otras oficinas del Estado, donde empleando sus características innatas de roedores, percibieron mayores cantidades del olor a latón y a la pintura de los fajos de billetes.
Toda acción contundente y unida de los cusqueños en este reclamo por el gas del pueblo y para el pueblo, será el mejor saludo a la Capital del Imperio Incaico en su mes jubilar.
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