LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE

Los ciudadanos que llegan a la presidencia de la república en sus respectivos estados, sea por elección democrática o por dictaduras civiles o militares, nunca cumplen sus compromisos y promesas efectuadas muchas veces por obligación moral o por juramento ante el crucifijo de Cristo, a quién se le utiliza no solo como testigo para falsas expiaciones de centenares y miles de creyentes en las procesiones y misas dominicales de los católicos, sino también de los lobos disfrazados de cordero que perjuran por Dios y por la plata cada cinco años en el interior del elefante blanco de la Av. Abancay en Lima. Por cierto que estas taras de los políticos y politicastros sin conciencia ni sangre en la cara, demostradas al común ciudadano y eterno peatón de los linderos de la patria, se dan en todo lugar y para todos los gustos. Y si no veamos la actitud de Fidel Castro en Cuba y luego de la vitoria sobre el dictador Fulgencio Batista, cuando bajo el imperio de falsos temores de traición prácticamente obligó al Che Guevara a aislarse de su entorno, encaminándolo en rutas imprevistas y no planificadas como los de Angola y territorios bolivianos donde lo obligó a cabar su tumba. También tenemos a Belaunde que tuvo como edecán en palacio de gobierno al General Juan Velasco Alvarado, que más tarde le dió golpe de estado a sabiendas de los malos manejos en su gobierno de los sesentas en claro contubernio con sus ministros sátrapas estando entre ellos Silva Ruete y el actual Kushinsky, siendo el militar referido traicionado más tarde por el felón Morales Bermudez con su famoso y trístemente recordado "tacnaso". No nos olvidemos de la alianza de dos enemigos a ultranza que para vencer y eliminar al contendor, formaron la coalición APRA-UNO. Y así, tendríamos toda la página para mencionar la historia negra de las políticas contemporáneas de latinoamérica y del mundo entero.
Tomando como introducción y referencia estos hechos, no nos debe causar extrañeza ni admiración pero sí verguenza ajena al ver como el actual mandatario peruano viene vociferando a todos los vientos que los votos de su partido descabezado y sin participación alguna en los presentes comicios del 10 de abril, serán para sus hombres y nuevos amigotes, osea para cualquiera de los cuatro candidatos entre ellos Toledo, Castañeda, Fujimori y Kushinsky, menos para Ollanta Humala a quien lo llama peligroso y posible causante del salto al vacío.
No es nada extraño este aviso del representante y amigo de Mulder, Del Castillo, Cabanillas y otros que están muy lejos de compararse con los auténticos creadores y artífices del indoamericanismo y nacionalismo primigenio en el Perú, tales como Haya de la Torre, Towsend, Prialé, Seoane, Sanchez y talvez Villanueva; para facilitar el borrón y cuenta nueva, la facil fuga y evasión encubierta y el hoy por mí y mañana por tí. Esta amistad, defensa y contubernio amañado e interesado lo hace a sabiendas que los cuatro jinetes del Apocalipsis mencionados durante sus cinco años de gobierno han sido desenmacarados por su alcoholismo y vida sibarita, por el caso Comunicore, por Peculado en uso, el caso Apenkay y por ser simplemente un ciudadano extrangero, expoliador del Gas de Kamisea y mago en la desaparición de la página once en el caso de la IPC y la Brea y Pariñas, respectivamente.
Es así como se hacen las coaliciones y contubernios de todos contra uno en pleno siglo XXI, asegurando talvez que serán ellos sus hombres salvadores quienes entierren sus malos manejos en este gobierno que termina, como el gato y su estiercol, y le faciliten su retorno al país luego de su breve residencia y estadía en París y al gobierno el año 2016, como lo vienen cantando sus eternos gonfaloneros.
MARCO V. SANTOS.
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