NOCHE DE ALCARAVANES
S.O.S. en Chile
¿Y como andamos por casa?
Marco V. Santos DLG.
La catástrofe ocasionada por el movimiento telúrico y posterior tsunami últimos en las regiones sureñas de Chile, han dejado casi un millar de muertos, daños materiales, cientos de miles de damnificados, con millones de dólares de pérdida y costo social en la sumatoria total, que afronta el Estado araucano con cierta firmeza a raíz de su economía sólida. El sismo ha sido aún más fuerte que el de Haití, pero los daños no superan a los de la isla. Hubo negligencia por parte de los responsables de la Marina chilena, que soslayaron y no le dieron la importancia debida al tsunami pronosticado, que causó tanto o mayor daño que el terremoto mismo. Los grados de responsabilidad y penalidades para con los militares involucrados en negligencia punible, así como a las constructoras de edificios de apartamentos que se vinieron abajo siendo nuevos, los saqueos e incendios en mercados y almacenes de víveres, serán vistos posteriormente y seguro con mucha severidad. Se imagina usted lo que pasaría en territorio peruano, llámese en Lima, Cusco, Arequipa o cualquier otra ciudad de costa, sierra o selva, con la presencia de un sismo de tal magnitud. No alcanzamos a pensar las consecuencias y daños que acarrearía el mismo. De seguro en nuestra ciudad morirán millares y las casitas de adobe del casco monumental que tanto cuidan los secuaces de la Bákula en el INC se caerán como huatias. Si con riadas, e inundaciones de riachuelos, acequias de regadío, lagunas y estanques que osan salirse de sus cauces naturales como consecuencia de las lluvias propias de la temporada, arrasando pueblos, terrenos de sembrío, sementeras, carreteras y puentes, no pueden ni atinan una, nuestras autoridades. Ellos solamente sirven para presentarse cual pájaros de mal agüero en las zonas devastadas, para ver como discurren las aguas desbocadas por las calles, plazas y viviendas de la gente de los poblados y de los villorrios. Y no sólo eso, sino que los unos se llevan las donaciones en víveres, alimentos, frazadas y ropa a las casas de sus familiares y allegados sexuales, y los otros cargan con las carpas y el combustible a sus cómodas residencias en sus guarniciones y villas castrenses.
Refiriéndonos al Cusco en particular, vemos que hasta la fecha no se ha demolido el campamento municipal construido para rezar por un alcalde despistado, en el talud de los cerros que dan acceso al río Saphy, y que hace pocas horas aplastó a humildes familias que vivían en ese sector. De igual modo, no se ha descolmatado ni este río ni los otros que atraviesan el centro histórico de la ciudad, como el Choquechaca, Tullumayo, etc. No existe labor de prevención por parte de INDECI y de la Secretaría de Defensa Nacional del gobierno regional, en cuanto a la ubicación de zonas de evacuación de personas y simulacros ante sismos, incendios, huaycos y otros fenómenos naturales. En fin, Dios salve a nuestra región de las catástrofes y de sus autoridades.
; http://PARNASOPPSLIBRESXXIBLOGSPOT.com/