CIPRIANI CON LA SOGA DE LATEX AL CUELLO

El Papa Benedicto XVI se encargó de ponerle a Cipriani obispo de Lima una soga de latex en el cuello, y no solo eso, sino que le puso tres crucesitas en cuanto a su eterna perorata de púlpito sobre la infalibilidad del sumo pontífice en sus actos, obras y pensamientos.
En realidad las ideas trasnochadas, obscurantistas y desfasadas del obispo torquemadista mencionado, sobre el uso del preservativo o condón en las relaciones sexuales del varón en su vida privada o liberal, que dizque conducen a un libertinaje de tales prácticas y deshonran a las sociedades modernas, han quedado enterradas bajo siete capas de estiercol, por cuanto hasta el Papa tiene momentos libres para analizar y resolver la problemática del uso de ese método, no solo para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual sino también evitar enbarazos indeseados, mientras otros se dedican a vender las confesiones de sus corderos y entrometerse en asuntos de política y sociedad.
Ahora veremos como queda o que dirá en su homilía dominical ante sus cada vez menos seguidores de su cofradía, sobre el portazo en sus narices propinado por Benedicto desde la misma capilla sixtina del Vaticano. Igualmente como quedarán sus curas perdidos y ayayeros de quinta categoría de Lima y del interior del país, como por ejemplo el misógino Rafael Rey y otros que se esconden tras las sotanas del obispo inquisidor.
Seguro que ahora que no hay infalibilidad del heredero de Pedro y tampoco la prohibición del uso del condon, Cipriani saldrá a los medios de su entorno a hablar sobre otras cosas como por ejemplo, la prohibición de que las mujeres especialmente las más jovenes ingresen con minifalda a las misas, la obligatoriedad de no pensar en malas cosas y de pronunciar malas palabras, la prohibición de no santiguarse cada vez que se pasa por delante de una capilla, delante de una cruz o por el lado de un cura, la obligatoriedad de poner limosna no menor a diez soles en cada misa o la proohibición de dar la contra al gobierno actual desde cualquier estamento o tribuna pública o privada.
Se considera necesario y urgente hacerle un lavado cerebral al obispo de Lima y sus adlateres para que deje de tomar su feligrecía como una bola de ineptos ignorantones que pueden ser manejados a su antojo, bajo la amenaza de su incineración en los quintos infiernos, de cuyo calor y olor a latex ya debe tener conocimiento por su paso en su anterior vida. De igual forma es necesario que el obispo Bambaren releve cuanto antes a Cipriani como máxima autoridad del catolicismo en el Perú y así ponerse a la altura del catolicismo moderno mundial.
MARCO V. SANTOS
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