FARISEISMO CHABACANO ALANISTA

Las actitudes hipócritas y desleales del papa Benedicto XVI de tener verguenza ajena por los pedófilos, pederastas y homosexuales de su iglesia y pedir perdón a nombre de ellos a los agredidos sexual y moralmente o de pedir perdón por sus insultos contra elIslam y su posterior arrepentimiento público, las ofensas del coprolálico Cipriani contra su grey nacional a quienes trató de cojudos y boludos, son ejemplos dignos de imitar por algunos personajes, que no dudan ni un instante en propiciar la ofensa ajena y a los pocos minutos convertirse en fariseos modernos que con obras chabacanas y grotescas quieren esconder su miasma como el gato techero del vecino.
Por que solo Brasil puede tener su Cristo Corcovado, si en el Perú podemos contar con nuestro Cristo del Gordovago, que sin licencia técnica, aprobación por el CIP, conocimiento de la Municipalidad de Lima y sin un ápice de sentido común, estética ni protección a la población que radica a inmediaciones del monumento de cemento hecha en el extrangero, fué impuesto por García Perez como la sarta de acciones crónicas y nefastas a que nos tiene acostumbrado este personaje, cada vez que deja de tomar sus pastillas de Litio y Aprasolán.
Es totalmente irreverente querer ganar falsas indulgencias de la cofradía católica nacional regida por Cipriani y Rafael Rey, de la cucufatería y de los iscariotis que pululan en la gran urbe, construyendo elefantes blancos de cemento con la efigie del cristo redentor, como cortinas de humo para desviar la atención de la circunstancia coyuntural social por la que atraviesan los pueblos del Perú profundo, que arden confundidos en sus reclamos juntamente que los maderos de los camiones de los contrabandistas allende en las fronteras donde el piso es de cristal y el aíre está congelado.
Es maquiavélico acudir al lider de los católicos con la anuencia del Torquemada Cipriani en claro cumplimiento de que no interesan los medios para lograr el fin buscado; por cuanto García habría podido construir la copia del Taj Mahal, de la pirámide de Keops o de la estatua de la libertad de Nueva York, con tal de confundir a la población y desviar su atención, y que mejor que hacerlo acudiendo al horizonte católico de este país que navega aún entre la cruz y la espada de Pizarro y Almagro y una cucufatería galopante y desubicada en pleno siglo XXI.
Las matanzas de los penales en su primer gobierno, las de Bagaua, las de Huancavelica, las de Puno y las que vendrán los próximos días en los demás pueblos del país, que buscan ser escuchados y no ninguneados ni tratados como cavernícolas panteistas, adora cerros y come ratas, nunca serán olvidadas ni perdonadas por más que este funcionario nefasto y enterrador del pensamiento de Mariátegui, Gonzales Prada, Haya de la Torre, Towsend, Prialé y Seoane, no serán olvidadas por más que este presidente saliente le haga sendos monumentos a Cipriani, Fujimori o a la beatita de Humay.
Es de prever que al salirle el tiro por la culata a este fariseo con cara de párroco adiposo, quiera endilgarnos la teoría nakasakiana aguinaguista de que está deprimido y no hay que molestarlo por que se nos puede morir. Pues a darle más Litio hijitos.
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