CIPRIANI CRUZADO MODERNO O TORQUEMADA RECARGADO

Resulta que ahora el obispo Cipriani no solo pasea por la calles que circundan su cofradía capitalina entre la plaza de armas y el jirón de la unión, agarradito de la mano del tal Rafael Rey, teniendo como chalinas umbilicales gruesas fajas de latex que debían de utilizarse como condones para el uso del pueblo pauperizado económica y sexualmente, sino que ha salido como siempre a vituperar de los homosexuales de gran y de poca monta que siempre han poblado y plagado la ciudad de los reyes, que se pusieron a besuquear en el atrio de su catedral, como si el intercambio de babas de este sector poblacional seguidor de Bayli, Cacho y Pimentel, le salpicarán a su sotana color púrpura y mancharán su enhiesta, señorial y desfasada figura.
Es que el clero ya no tiene que hacer en sus confines clericales, tal vez de fijarse como los niños con hemofilia, con cáncer a la sangre, a los huesos, o los que requieren riñones, hígados y corazones para trasplante están abandonados a su destino en hospitales del MINSA y de ESSALUD, mientras los corruptos y rufianes que los dirigen se tiran sus dineros para el pago de sus indemnizaciones.
O se ha olvidado que dentro de sus conventos, seminarios y parroquias de Lima y del interior del país, los curas se soplan a las limpieseras, a los acólitos, a los seminaristas y a todo peatón negligente que ose transitar por las veredas de sus dominios, demostrando su mala leche nacida en sus mentes pedófilas y pederastas.
Es momento de que el obispo nacional salga de su closet mental y deje las riendas a otra persona ensotanada talvez con mayor amplitud mental, que dirija los destinos del clero muy traída a menos en los tiempos modernos, en los que los pueblos de todas las naciones piden la desaparición del celibato e inclusive su desaparición como institución religiosa siendo considerada una de las lacras de la humanidad que se viene arrastrando en pleno siglo XXI, habiendo llegado ciertas sociedades europeas como la española de apedrear a todo cura o monja que transite por la vía pública vistiendo sus sotanas y hábitos.
Este dirigente cruzado con las armaduras del latòn de la intolerancia, espada en la diestra y bàculo en la siniestra, ha pedido a los ancianos y jovenes desocupados y desempleados que acuden a sus peroratas polìticas y chabacanas dominicales de su parroquia a tres cuadras de su residencia bajo recompensas de la salvaciòn eterna o de la incandecencia de por vida en los infiernos de eaco, que armados de sus biblias desvencijadas y rosarios, salgan al frontis de la catedral limeña, armen cadenas humanas, recen un millòn de padrenuestros, dando las espaldas a la realidad de la sociedad limeña que navega en el mar del coral de la muerte e ignominia teniendo hasta el cuello las aguas negras del homosexualismo, la prostituciòn, el asesinato, el vandalismo, la pederastìa, la pedofilia y la corrupciòn generalizada en todos sus colores, formas y tamaños. ¿Es asì como este prìncipe de la iglesia autòctona y heredera de Valverde, va a encaminar a sus ovejas descarriadas cuya masa va in crescendo?.
Empero tampoco tampoco, no se le vaya a ocurrir dejar la batuta clerical al tal Bambaren que resulta siendo un fascistoide tonsurado y octogenario que se ha propuesto cambiarle el adjetivo de gays por maricones a todos sus corderos dejados a su cuidado por Cristo.
Los curas nacionales o bien dejan sus discursos desde los púlpitos a favor de tal o cual candidato como operadores políticos y psicológicos, dejan de manejar cuanto colegio y escuela se les cruce en el camino para enriquecimiento propio, dejan de rajar de los sodomitas, lesbianas y homosexuales de su grey o pues se van a otras cofradías en los confines de la Antártida, para que los icebergs y témpanos les enfríen las sienes calenturientas y proclives al incendio de la intolerancia.
MARCO V. SANTOS.
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