lunes, 21 de febrero de 2011

EFECTO EGIPTO

El levantamiento civil nacionalista egipciano de estos últimos días de febrero 2011, nos permite felicitar a la nueva sociedad de esa milenario país, que perdiendo el miedo a los herederos de los faraones (o casa grande en árabe)siendo este último el defenestrado Mubarak, que ahorita se encuentra contando los millones de dolares que guardó en bancos norteamericanos y franceses, producto del saqueo sistemático a su propio pueblo, que logró obligar que su gobierno enquistado por más de treinta años se fuera al carajo y empiece una nueva etapa moderna y democrática para sus pueblos. Son muchos los héroes entre muertos y heridos de su propia raza que no sintieron las varas de los soldados en las corvas ni el retumbar de las balas de las AKM rusas en sus tímpanos; también hay mártires y sufrientes de la prensa extranjera que fue violada en plena vía pública, por el solo hecho de difundir la arremetida de las tropas leales y los gonfaloneros del dictador contra el pueblo protestante.
No solo debemos saludar a los árabes o tunesinos, o libios o yemenitas que ahora mismo están luchando por su libertad de más de cuarenta años de sojuzgamiento, sino a las nuevas sociedades del planeta entero que sienten las ansias de terminar de una vez por todas con las dictaduras militares y civiles que se apropian de los gobiernos por decenas de años hasta dejarlos en la más absoluta pobreza material, sino a aquellas sociedades que tratan de sacudirse de las dictaduras seudo democráticas que bajo la mascareta de ser partidos políticos elegidos en elecciones libres, esquilman a sus pueblos soterradamente con funcionarios ubicados en todo el aparato público que fungen de correctas autoridades siendo simplemente lobos disfrazados de corderos que se apropian de partidas para la construcción de carreteras, hospitales, colegios, o desaparecen medicamentos, equipos, salas quirúrgicas enteras, cobran indemnizaciones en sus anteriores puestos no obstante que están siendo elegidos a dedo para desempeñarse en cargos más altos y tienen lemas como "estamos avanzando, nos tienen envidia, somos lo máximo, doy mi vida por la patria, etc".
Los dictadores civiles y militares de bolsillo no solo los tenemos con turbantes y sandalias pisando arena y montados sobre camellos, también lo están en nuestro continente y en nuestro país, estos visten de cuello y corbata, finos ternos de casimir inglés, zapatos de charol, son relucientes por fuera y podridos por dentro, muestran sus mejores sonrisas cuando salen en la TV y en sus alcobas tienen las peores borracheras con licor mandado fabricar con sus nombres y con sus fotografías en el país de las pampas extensas, ex haciendas de Perón.
Solo la juventud sabrá dar la última estocada a los rufianes de voz engolada y discurso hipnótico, expectorando de una vez por todas la corruptela generalizada, el vandalismo de la fanaticada y la anorexia mental de los ali babás de esta patria llamada a mejores destinos.
MARCO SANTOS
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