EL EXTRAÑO CASO DEL VENDEDOR TRAGA SABLES

Resulta que ahora hemos comprobado que no todos los felones de las altas cúpulas de las FFAA están en prisión, ya que los Hermoza, los Cabello, los Dianderas, los Villanueva y toda la lacra uniformada y nunca degradada en acto público, que están en sus cárceles doradas, son solo la punta de los tantos iceberg que flotan en la miasma de esta republiqueta. Esto se colige al saber que los jefes de Ariza y Garayar que ahora comandan la FAP, EP y MGP, son los felones que actúan como personajes principales y autores intelectuales y materiales del gran contubernio APRA-FFAA, para rematar todo lo que signifique propiedad inmueble estratégica de esta instituciones que antes fueron tutelares del Estado ahora convertidos en simples desmanteladores de la defensa nacional.
Estos congéneres de Giampietri y Donayre que no solo vendieron las arenas de Cruz de Hueso, los combustibles, carburantes, llantas, tornillos y repuestos de los bienes logísticos del ejército sino también despilfarraron la moral y los valores de todo militar al meterse como soplón de los sátrapas fujimontesinistas, luego como vice presidente de los actuales rufianes en ejercicio y finalmente como felpudo y feto de alquiler del apristoide Barba Caballero, son los responsables de la gran vendimia que al igual que la venta de una escuadrilla completa de aviones Mirage al reino de Jordania, está haciendo el actual mandatario aprista con la Base Naval del Callao, las islas de San Lorenzo y el Frontón, los cuarteles del EP y terrenos de la FAP a lo largo y ancho del territorio patrio a las fuerzas encubiertas de los chilenos encabezados por Piñera.
Y la venta de marras no solo se hace a cualquier país o potencia extrangera sino precisamente a los chilenos, vecinos que por naturaleza no deberían ser objeto de venta de recursos y bienes estratégicos para la seguridad nacional, por propia dignidad y autoestima.
Lo que aprendimos en colegio de lo sufrido de nuestra historia y del sacrificio de nuestros héroes y mártires, desde los vastos territorios legados por nuestros antepasados y obsequiados por presidentes traidores como los Prados y sus vástagos actuales con apellidos diferentes a países vecinos de norte, sur, este y oeste, hasta el arrojo de ciudadanos uniformados que pusieron el pecho ante las balas de los invasores araucanos, como Bolognesi, Ugarte, Grau y otros de nombres desconocidos y anónimos, cuyos trofeos, uniformes, armas y demás vestigios que prueban su gloriosa existencia están empolvados y pisoteados en museos de arrabal, ahora ha quedado como vómito de perro vagabundo o zapatilla de basural, ante la extraña actitud del vendedor traga sables que nos gobierna, que le interesa un comino la seguridad del territorio patrio y por ende del futuro de nuestros hijos, con tal de llenarse los bolsillos para amamantar a su prole interminable, putativa y mala leche en países europeos en donde ya tiene sus cubiles encubiertos pero seguros.
Los candidatos que ahora están engañando al pueblo con diatriba y mentiras en cada esquina, con fauces babeantes, ojos inyectados y poses esquizofrénicas, no dicen nada al respecto, total, ellos son parte del latrocinio de los felones que mañana cuando estén en el poder se dedicarán a vender barcos, aviones, tanques, fusiles y morrales que quedarán como tristes recuerdos de las fuerzas armadas que alguna vez existieron.
En el fondo no únicamente se quiere vender y expoliar la logística de las FFAA por el solo afán de enriquecimiento de los sátrapas angurrientos, sino se busca desaparacerlas hasta convertirlas en una simple bola de guachimanes sin ley ni órden, sojuzgadas ante las fuerzas armadas indoamericanas de Rodrigo Franco comandadas por Agustín Mantilla.
MARCO SANTOS
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