RATAS DE AFUERA Y RATAS DE ADENTRO

En el Perù nos encontramos ad portas de nuevas elecciones como acontece cada cinco años, en forma cìclica y en torno a un sistema anacrònico y desfasado, en donde se obliga al voto que deberìa ser voluntario, se considera en el acto electoral a habitantes analfabetos que conforman el campesinado, en quienes nunca el Estado ha invertido un solo sol, empero los utiliza cada quinquenio para aprovecharse de su voto revestido de la màs supina ignorancia democràtica y polìtica. Este voto de los hermanos campesinos desgraciados por los invasores y aculturizadores ibèricos que los alcoholizaron en las minas y en las grandes haciendas, es el màs preciado por los partidos polìticos sempiternos y momificados, que aunque muertos batallan en la alta mar de la desgracia nacional con los tìpicos manotazos de ahogado, creyendo engañar al elector con poses sumisas, implorantes y genuflexas propias de los lobos esteparios disfrazados de corderos y discursos demagògicos desde donde parecen emanar pètalos de rosas y alhelìes impregnados en perfume francès, cuando son nada màs y nada menos falacias recubiertas de miasma al mejor estilo de los chamanes y aprendices de brujo de nuestro folklore nacional.
Empero no solo ellos los analfabetos nos preocupan en las pròximas elecciones de abril del 2011, sino los que aùn siendo leìdos y muy encorbatados caen atrapados como moscas en las telarañas del portòn de la vieja casona que se desmorona, personificada en el Estado peruano y votan por candidatos que a sabiendas que son unas ratas peludas y pardas, procedentes del peor mingitorio y meadero de la ciudad de los reyes, que fueron buenos para nada en el congreso saliente y que solo se dedicaron a atrangantarse de cuanto pollo frito hallaron en su camino, o le metieron plomo derretido a los perros de sus vecinos, o en acto de total lesbianismo se llevaron a vedettes a las europas para lavarles los pies en las aguas del Ròdano, o nombraron como asesores polìticos de alta productividad a sus pastores de carneros y guanacos engarrapatados. No solo a estos, sino los anodinos votantes y asìduos asistentes a las playas de Asia, votaràn por las ex jugadores de voley de la selecciòn nacional, fracasadas en su oficio deportivo pero no en el arte de incursionar en lides que jamàs soñaron como es la polìtica, que no obstante de sus fenomenales estaturas y bocas con lenguaje callejonero, son simples entes andantes con cerebelo del tamaño de la cabeza de un alfiler.
La ciudad de Lima que ante la partida de sus habitantes terratenientes, gamonales y hacendados de antaño hacia los yunaites y que ahora està compuesta por pobladores de la serranìa, osea los llamados limacos, que se olvidaron de la mazamorra de moraya y chuño de sus villorrios de Cerro de Pasco, de Huancavelica, de Putucusi o de Chocoperca y ahora se alimentan de lasagña con cebiche y palta, lo que algunos lo llaman sancochao, esperan ansiosos el 10 de abril para ir a votar por las jugadores sin equipo, por los chamanes culebrìticos o por las ratas de adentro y de afuera.
Loor y gloria a los electores peruanos sin conciencia, patria, autoestima, dignidad ni identidad.
MARCO SANTOS
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