TEORÍA DE LOS CANDIDATOS MARGINADOS

La presente campaña no podía ser diferente a las anteriores, tanto a la improvisación de los candidatos, al figuretismo de los novatos, a la chabacanería y procacidad de estos y a la irresponsabilidad de los inscritos; y esto aún no acaba, por cuanto de aquí al cierre de campaña faltan semanas, habiendo mucho pan que rebanar.
En la campaña del 2006 hubieron muertos y heridos ocasionados por fascinerosos temerosos de la derrota en los comicios y por ende de la pérdida de sus capitales invertidos para su cobro en futuros lobys, los que por cierto nunca fueron sancionados y se disolvieron en lo gaseoso de la administración de elecciones como el JNE y la ONPE y la justicia peruana.
Ahora podemos observar como se dilata la diatriba, la lucha callojenera, la intervención evidente y malcriada del mandatario actual, ayudando a los que más le conviene para sus intereses del borrón y cuenta nueva y tratando de enterrar a los que le provocan miedo que por cierto no son más que uno y lo que él llama los del anti sistema.
Empero cuando oímos hablar de las encuestas que favorecen a cuatro o cinco agraciados y predestinados, los que deben ser los únicos que participen en cuanto debate organicen los medios parametrados y exluyentes de la masa popular, los que ningunean a aquellos que no tienen medios para contar con servicio de TV por cable; y de los otros, aquellos llamados liliputienses que candidatean a la presidencia sin planes, programas, argumentos, mucho menos actitud ni profesionalismo en las lides políticas, que renuncian a medio camino argumentando aspectos baladís e increibles, como si la población no se diera cuenta que abandonan su candidatura y a toda su plancha por el solo hecho de no contar con la aceptación del mundo electoral y no aparecer en las encuestas.
Pero lo grave de todo esto radica en que los renunciantes sabían de las escasas probabilidades de aceptación de parte del electorado y que a la postre iban a tener que renunciar, pero la cosa era participar para dar premio a su super ego, luego de haber participado en la campaña por el solo hecho de la publicidad y el figuretismo, dando mal ejemplo a los jovenes políticos a la vez de quitar campo y soslayar a otros participantes con mejores méritos pero con mucha menos vara dentro de sus partidos.
Las consecuencias de esta falta de actitud y responsabilidad de algunos candidatos como el de Fuerza Social que debía de haber contado con el apoyo del electorado limeño que eligió a la Villarán en Lima, radica en que con su renuncia busca congraciarse con el candidato amigo natural que viene a ser Toledo, para mñana más tarde lograr una ubicación en la Cancillería como ex diplomático que es, a cambio de endilgarle los votos de sus adeptos a la lista de la chacana.
Es de preveer que el pueblo no los elimina, sino ellos mismos se autoeliminan al no contar con planes y programas de trabajo para el gobierno del país, como que está obligado cualquier ciudadano que busca hacer el papel de estadista.
Es pues el resultado de la improvisación de los candidatos que malogran y destruyen algo que de por sí ya está maltrecho y no goza de buena imágen en el ámplio espectro político internacional.
MARCO SANTOS
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