jueves, 2 de febrero de 2012

EL EVANGELIO SEGÚN SÍMON

No es precisamente el evangelista ni el apostol de Jesús en Jetzemaní, en Betania ni en las catacumbas romanas, éste señor es uno de los muchos políticos peruanos que se forman con su propia filosofía y argumentos dialécticos sin pies ni cabeza que se bambolean entre la derecha subrepticia y encubierta y la izquierda languidecente pero serpenteante y camuflada de un país que lucha por sobrevivir en un gran desierto de opulencia económica, envidia de propios y extraños.
Quiere tapar el sol con un dedo sus actitudes direccionadas por su sub conciente, el cual lejos de reconocer sus errores y enmendar sus caminos, se enreda más y más llegando a navegar en el mar de los zargasos, abandonando a sus huestes tupamaristas, vendiendo nombres e identidades para lograr una falsa libertad esclava de sus pasiones y falencias morales, deja en el abandono pueblos y regiones que lo eligieron talvez pensando en que sería la oportunidad de lograr el progreso y la tranquilidad, empero a la vuelta de la esquina son abandonados por el solo objetivo de de candidatear en las barras bravas nacionales, haciendo flamear falsas banderas de humanismo y lealtad.
Niega el haberse vendido al poder de turno para salvar con su voto a un personaje vilipendeado y sin salvación y argumenta que lo hizo sin afán de prebenda política ni interés personal, cuando todo elpueblo sabe que lo que busca es un ministerio, una embajada o un alto cargo para reinvindicar sus bolsillos agujereados que flamean en la ventisca como banderillas de toreros.
Esta actuación del político de marras no es nueva para los peruanos, por que estamos acostumbrados de los pactos y alianzas bajo la mesa, pero sería interesante que propale al pueblo que el tal voto salvador de Chejade,lo emitió a sabiendas que no era culpable de ningún delito sino de un pecadillo como diría Bedoya Jr.
Reaccione señor Símon, no nos tome a los peruanos como una bola de intonsos, mastica coca abandonados por su destino.
MARCO V. SANTOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario