viernes, 5 de noviembre de 2010

SILVA EN SU LABERINTO

Cuando Lombrosso cataloga en esos tiempos a los delincuentes como de innatos por antecedentes genéticos o herencia en el ADN, al ver a Silva aquel destructor del Cienciano, le damos toda la razón. Ya que estando en vida aún Daniel Estrada éste ciudadano de baja estofa ya se despuntaba en hechos antisociales como ludópata y ajeno a sus obligaciones en su hogar o en aluno de ellos, en ese entorno logra contactar con los directivos actuales del club cusqueño que ahora dá manotazos agónicos para no irse a la baja sin pena ni gloria, estando entre estos el ahora prófugo Gallegos secuáz del presidente regional que en algunas semanas se irá a su casa sin honores que salvaguarden su apellido pero que si con los bolsillos llenos de plata.
Los delincuentes innatos no aman sus apellidos ni su trascendencia en la historia de su pueblo, crecen con resentimientos a uno o ambos de sus progenitores, igual a su familia, esposa e hijos. Luchan socialmente para encumbrarse en cargos públicos para seguir aprovechandose de la confianza de sus electores o de sus benefactores, como es el caso de Silva que se hizo elegir como congresista por Lima siendo más serrano que el lechón de Huarocondo.
El solo hecho de saber que es congresista en ejercicio actual lo pinta de cuerpo entero por que en la fábrica de leyes peruana están y han estado toda todos los representantes de la mafia nacional en su crema y nata.
No solo se ha embolsillado la plata de los premios de los tantos campeonatos logrados dentro y fuera del territorio patrio, sino que nunca trajo o contrató jugadores de caracter y fama internacional, no construyó la videna en Oropesa no obstante de haberse obsequiado al club vastos terrenos en ese distrito, no tiene el Cienciano un local institucional, movilidad, alojamiento, no paga el sueldo a sus jugadores y para remate se ha embolsillado los dineros de la rifa de un auto realizado a nivel nacional. Empero por el contrario este dirigente cusqueño que en cualquier otro sitio especialmente en Juliaca, ya habría sido linchado, es millonario, con propiedades y negocios de hotelería en Arequipa y Bolivia, tiene féminas e hijos en cada calle de los pueblos y los villorrios y para pasar inadvertido ya no pisa tierra cusqueña.
Los pueblos no solamente constituidos por sus hinchas y deportistas sino de toda ocupación y clase como el cusqueño, deben levantarse y protestar públicamente para que este elemento sea juzgado, puesto a buen recaudo y devuelva los dineros mal habidos que obran en sus cuentas bancarias y en sus negocios de diversa índole.
MARCO V. SANTOS

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