TERRORISMO BLANCO DE LOS MODERNOS GOLPISTAS

Los presidentes y mandatarios de norte, centro y sud américa tienen caraterísticas innatas para conciente o inconsientemente golpear las puertas de los cuarteles, para propinarse autogolpes de Estado o tomas violentas y de facto del gobierno de sus naciones. Estas maniobras propias de las políticas y estrategias de corto, mediano y largo plazo de los partidos gobernantes, propician el quebrantamiento de las democracias en que supuestamente viven, las que no solamente se ejecutan con bazucasos, bombasos y cañonazos al más puro estilo pinochetista, sino cuando se imponen a los pueblos gobernados sean cultos o no, políticas de gobierno económicas, políticas y sociales, se atropellan los derechos de acceso a la salud, a la educación, al libre tránsito, a la libertad de prensa, al trabajo y muchos otros de ingerencia social, se someten los gobiernos a otros similares de procedencia extrangera de línea izquierdista radical, se invade la propiedad privada del ámbito urbano y rural, entre estas viviendas, haciendas, hoteles y residencias, para ser entregadas a supuestos damnificados, se amenazan con estatizar la banca, la prensa, los pozos petrolíferos, gascíferos, etc., se fabrican leyes entre gallos y media noche en agravio del bienestar de los pueblos, se venden y rematan las reservas, recursos y servicios naturales, que antes fueron estratégicos, esenciales y de seguridad nacional, se amenacen a los millones de electores conformados entre pueblos leídos y analfabetos sometidos con el voto obligatorio, con no elegir a tal o cual partido de dirección iedológica centro izquierdista, socialista o comunista radical en las elecciones generales que se aproximan, soliviantando a las tropas sin ocupación, beneficio ni beneficio, para que se levanten y den golpes de Estado contra el pueblo reaccionario, intolerante y contestatario.
Estos son los auténticos golpistas modernos que en pleno siglo XXI los tenemos como piedras en las calles, que cuando fueron candidatos daban peroratas demagógicas sobre el gobierno de los pueblos para los pueblos, de la auténtica redistribución de la tierra, del acceso de los hijos de los campesinos a la educación y servicios de salud gratuitos, de la nivelación de los sueldos, de la eliminación de la corrupción pública en todas sus formas y ubicaciones del estrato estatal.
Con total cinismo niegan sus afirmaciones con la falacia ad verecundiam de que sus interlocutores denunciantes tienen fama y ocupación de novelistas inventa cuentos, de vida irresponsable y con antecedentes esquizoides. El pueblo cancino y atolondrado de tanto golpe en la nuca y en las corvas no cree en las disculpas ni en los manotazos de ahogado de los mandamases nacionales dedicándose a aceptar las denuncias del novelista y político frustrado, por cuanto las excusas y verdades a medias de la boca de los políticos matreros y penderejetes suenan a dudosas y nada creíbles.
Por tanto debemos colegir que los golpes de estado en las sociedades actuales se dan a diario, sin necesidad que las tropas de los compañeros uniformados de generales pisoteen los cogotes de los pueblos hegemonizados por la corrupción y por tanto deben ser denunciados pemanentemente y durante las 24 horas del día por los políticos amenazados en la contienda electoral que se avecina y no solo cuando escuchan sus nombres, utilizando la agresión amenazante como vía para el acceso mediático y ascenso en algunos puntos de las encuestas electorales.
MARCO SANTOS
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