viernes, 7 de enero de 2011

UTOPIA DE PROBIDAD Y ÉTICA EN LA POLÍTICA NACIONAL

Es necesario tomar el ejemplo del árbol de manzanas cuyos frutos maduros se mecen al compás del viento y en las mañanas aún presentan la humedad del rocío, en donde todo el conjunto de estos puede malograrse con el solo contacto con uno de ellos que esté malogrado con gusanos en sus entrañas como producto de la acción de insectos, de las aves, del clima o de otros factores, haciendo que el agricultor tome medidas que atentan contra su economía y la misma producción de su chacra, como de salvar algunas de las que aún estan buenas, deshechar y arrojar las malogradas, y si el caso es gravo podar en parte o votar todo el árbol atacado por la gusanera, para poder hablar de la política nacional en su conjunto que en cada época pre electoral, las aves de corral del gallinero se alborotan alrededor de los comederos y pocillos con agua los más pequeños y los cazurros y matreros plumíferos se agazapan en los palos desde donde lanzan sus excrementos por doquier, embarrando a los de aquí, allá y acullá.
El tema del alboroto de las gallináceas no nos ocupa ahora, sino el factor de la fruta podrida que destruye a sus vecinas de las demás ramas, haciendo un paralelo con nuestra realidad existe similitud con esta, ya que por más que en el estamento público se coloquen autoridades elegidas mediante voto popular y democrático o nombradas a dedo, siendo en ambos casos personajes sanos moralmente, probos en su conducta y accionar, profesionales en su accionar debido a su preparación, éticos y con sentido común en el manejo público, estas cualidades se pueden diluir en menos tiempo que el que se demore un gallo en cantar o en el último minuto luego de un largo desempeño de funciones, por que los gusanos del pudrimiento moral de los que se vale la corruptela organizada y perniciosa, llegan en todas las formas, mimetizadas o no, camufladas talvez o como simple brisa que destruyen la fruta sana, dándole dádivas, prebendas o coimas si es que al blanco objetivo le agrada el poder del dinero y el valor de las especies, esto sumado a los favores sexuales según la opción de damas que ejercen el oficio más antíguo o varones que practican deportes y modelaje, acompañados de licores caros y cigarros finos, para inmediatamente o luego de la entrega solicitar el favor político de la ley amañada y fabricada entre gallos y media noche, la licitación falsa y sin concursos, el puestito público para el oferente, para su hijita, para su amante, la beca a las europas con documentos académicos falsos, la indemnización laboral sin motivo ni causa ajena y un sinfin de triquiñuelas inventadas por los corruptos para sobrevivir de la mamadera del Estado, sin mayor esfuerzo que el de estirar la mano corruptora hacia el bolsillo del funcionario y llenarlo con los gusanos de la coima.
Es pues el retrato de nuestra actual fauna política nacional, en donde la autoridad o el funcionario por más probo y ético sea en su vida personal o familiar, sea muy profesional en su carrera y especialidad académica y sea de buenas costumbres, siempre, tarde o temprano será pasto de los corruptos que lo atacarán por cualquiera de los flancos y lo convertirán en un miembro más de su interminable ejercito de malhechores que pululan en las oficinas, pasadizos, azoteas, cafetines, desagues, centinas y mingitorios del aparato público o como aquellos beduinos que desfilan por los desiertos montados sobre los camellos robados, vestidos con la ropa de los asaltados y alimentándose con la sesina de los viajeros esquilmados la noche anterior en la profundidad de los arenales.
Como cruel sentencia en el Perú no podremos jactarnos de decir que este, ese o aquel político ha entrado pobre a gobernar o dirigir su cargo y ha salido del mismo, siendo igual de pobre, por que el civil, el militar, el policía, el juez, el fiscal, el cura tiene sobre sus hombros ese baldón de la corrupción y el latrocinio genético, claro está con honrosas y contadas excepciones.
MARCO V. SANTOS DLG
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