martes, 11 de enero de 2011

MANFLORITAS EN EL PODER

Hace mucho tiempo que Lima y por ende el país entero y la audiencia internacional por cable, viene siendo asotado por la emisión de programas televisivos del rubro de la farándula y del análisis y comentarios de la vida ajena, amenizados y dirigidos por homosexuales convictos y confesos, con una larga cola de antecedentes protagonizados en su lacerantes y pecaminosas existencias, que por cierto tiene su propio público.
Estos elementos de conducta vergonzante y delincuencial por lo mismo del mundillo de donde proceden y la naturaleza de los bodrios que presentan a su clientela, diariamente ocasionan hechos que atentan contra las buenas costumbres, moral y auto estima de un sector poblacional que todavía se jacta de vivir éticamente entre la sociedad, como por ejemplo, el atropellar en completo estado de ebriedad y drogadicción a parroquianos, romperles hasta el último hueso, ser conducido a la comisaría, negarse a la extracción de sangre para el dosaje repectivo a cambio de unas cuantas monedas de a sol entregadas al clase de servicio y cuando de pagar la reparación civil se trata, negar su estado de beodez y drogadicción en el momento de ocurridos los hechos, de agredir a sus coanimadoras por el solo hecho de ser mujeres y derepente muy sensuales, como el caso del trasvestido que tiene como apellido la jerga del cachondeo; ante este hecho del manflorita de marras, ninguna autoridad abre la boca para defender al desvalido, por el solo hecho de tener rabos de paja y poder ser denunciados por el animadorcillo objeto de verguenza ajena.
El otro es de similar catadura pero con un poquito más de fama y amistades entre las autoridades políticas, civiles y religiosas, que despotrica de su mujer que en mala hora se encamó con el misógino con pinta de escritor y novelista y tuvo la mala suerte de ser preñada por este, también raja del presidente, de sus hijas, de su ex marido en Argentina, del nuevo premio Nobel de Literatura, y es más comunica en su columna escrita en un diario capitalino, que tiene una pistola entre manos y que va a suicidarse, empero el falso suicida no especifica que clase de arma lleva entre manos y piernas.
Es tiempo que esta lacra de la sociedad sea limitada en su acceso público en los medios de comunicación, con la aplicación de legislatura moderna y adecuada para bien de la cultura y la moral, parametrando horarios, contenidos, mensajes, vocabulario, duración, etc.
MARCO SANTOS DLG
http://PARNASOPPSLIBRESXXIBLOGSPOT.com/

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