VISITA PRESIDENCIAL CONTRAPRODUCENTE

La visita que hará el presente mes del año que empieza el actual presidente peruano a Piñera en Santiago de Chile es contraproducente para ambos gobiernos, siendo más peligrosa para el peruano, ya que el rechazo a este en ambas naciones es palpable y desbordante y el mentado viaje es considerado como una cortina más de humo que busca esconder los dimes y diretes y caos en el interior de su partido, el alza de precios de alimentos de primera necesidad como consecuencia del alza de precios de combustibles, mientras que en Chile se amenaza con actos de protesta y manifestaciones en la vía pública y en el frontis de la Casa de la Moneda, debido a la falta de sinceridad de García con la Bachelet y el actual mandatario en el tema de la Haya.
En fin a las protestas internacionales de ambas naciones se antepone lo personal de los mandatarios, su amistad y sus intereses económicos, empresariales y de inversión, como siempre lo fue cuando lo financiero y económico interfieren los asuntos de importancia nacional como por ejemplo la protección de los migrantes, de las inversiones pequeñas, medianas y grandes peruanas en el país de Caupolicán, el respeto anticipado a la decisión de la Haya cualquiera sea esta, deshechando las decantadas y obsoletas peticiones de limitación bélica y de compra de armas, de la salida de Bolivia al mar (es problema de chilenos y bolivianos),o el pedido de abstención de que nos hagan espionaje, de que nos den los nombres de los militares felones peruanos o de que no persigan el mercado ambulatorio en la plaza mayor de Santiago propiciado por peruanos.
La visita presidencial de marras es en resumidas cuentas un aspecto de nuestra política internacional del uno más uno y los puntos que se traten por más baladís que sean, demostrarán la seriedad con la que se toma la circunstancia y son un elemento más de nuestros factores geopolíticos.
No nos reunamos con los araucanos para hacerles presente que el pisco es peruano, para brindar con este licor y alabar su exquisitez, no utilicemos la visita protocolar para exaltar las vanidades y la riqueza de la verborrea demagógica para alimentar el super ego característico de los megalómanos.
La megalomanía es mala consejera de la democracia y del buen manejo pro pueblo, convirtiéndo a los mandatarios en simples monigotes que posan genuflexos ante su imágen peoyectada en el espejo.
Las condecoraciones son actos simples, de un minuto y que de repente no nos enrostran los motivos que originan tal reconocimiento, los que generalmente no existen y solo se tratan del "yo te condecoro y tu me condecoras". No alimentemos nuestro super ego comprometiendo la dignidad y el respeto de la patria.
Es a veces dificil cancelar compromisos internacionales o simplemente postergarlos cuando la opinión pública de los países involucrados hacen conocer su oposición a estos acuerdos, pero a posteriori resultan siendo medidas acertadas.
MARCO SANTOS DLG
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