USTED ES MEGALÓMANO SEÑOR PRESIDENTE

Nuestro personaje que hoy lo ponemos al diván artesanal de nuestro consultorio virtual es el hombre que viene dirigiendo de tumbo en tumbo la más alta magistratura de la política nacional, que puede haber tenido una infancia y juventud desdichada en el entorno de su familia directa juntamente con la de sus parientes más cercanos, en donde muchos deseos y ansiedades quedaron en simples ideas que nunca fueron ni siquiera analizadas para una futura materialización. La participación directa en la política lacerante de esas épocas por parte de su progenitor, lo encaminaron a odiar los factores del enmarañamiento de la política, sus desvelos, sus triquiñuelas, sus maniobras y sus vericuetos, haciendo que se introduzca poco a poco en el mundo que más odiaba, poniéndonos en bandeja un político que ejercía su oficio como venganza, como el marido que tiene a su peor enemiga como esposa y que no quiere divorciarse de ella para hacerla sufrir hasta la muerte, osea prácticamente convivir con ella o no por amor sino por obligación.
Su incursión violenta en la política, hizo que su vida familiar sea también violenta, malogrando la paz y tranquilidad de su mujer y de sus hijos, al taerles entre brazos los resultados de amores extramaritales, haciendo criar a sus nuevos vástagos por su legítima mujer, utilizando el poder mediático para hacer conocer su falsa virilidad encubridora de traumas sexuales froidianos.
Su obesidad y excesivo apetito por todo lo que pueda engullirse entre pecho y espalda, lo tiene fastidiado durante el día en el que se desfoga con el pueblo que osa lanzarle un adjetivo o con la prensa que lo persigue para saber los motivos del alza de precios del arroz y de los combustible y durante la noche en la que tiene mucho sopor, sudoración y pesadillas que lo llevan a caminar por la sala con total insomnio.
Hay días en que sus complejos de inferioridad y traumas de miseria moral lo atormentan, haciendo que por su megalomanía estas se conviertan en acciones de peligro público como el de manejar aviones o helicopteros militares en vuelo rasante por las playas y parques de la ciudad, arrasando con techos, sombrillas y ropas tendidas de los ciudadanos y aborígenes grandes y pequeños que osan ir a la playa o insisten en sobrevivir en este valle del destierro moral, si no está en esto, lo veremos lanzando cachetadas en los rostros de peatones sospechosos o puntapies en los traseros aplanados y empolvados de desempleados hambrientos.
Las embajadas de los países del primer mundo saben de sus debilidades y las comunican a sus gobiernos en forma de mensajes encriptados, ya que sus deficiencias y taras de conducta y personalidad, pueden ser un peligro para sus gobernados e inclusive para la paz en la región. Sus estado de histeria cuando no toma litio lo encaminan a lanzar discursos propios de personas en trance que hacen languidecer la autoestima de la gente que osa escucharlo en las calles o prendiendo sus televisores. Sus mismos seguidores y correligionarios huyen de él a sabiendas que pueden ser pisoteados o ser objeto de mofa y burla pública.
Aparte de ingerir alimentos ricos en grasa y lípidos, gusta de beber cerveza y pisco en cuanta reunión pública asista, con presencia de los medios, llegando a exabruptos grotezcos, propios de personas comunes y medianamente alcoholizadas. Gusta también de bailar cualquier tipo de tema musical, sin tener ritmo ni compás, propiciando a la vista espectáculos que insultan y agreden el arte de la música y del baile.
Con frecuencia se desdice de sus declaraciones públicas o privadas, hechando la culpa a los periodistas o a sus interlocutores, a quienes trata de novelistas desquiciados y atrofiados de tanto escribir obras utópicas e inventadas.
Vive en un falso mundo donde no existe el prójimo ni su mismísima familia, puede tomar medidas extravagantes como ponerse a cantar a duo con personajes famosos por el solo hecho de ser ovacionado por un falso público conformado por amigotes que nunca le dirán la verdad de sus desatinados gorgeos y sus pasos de baile propios de los pinguinos emperadores. En el límite de sus atrocidades y en caso de suma violencia puede convertirse en el Nerón romano e incendiar la ciudad capital, observando la incineración total con una guitarra en la mano, cantando o sole mio.
Crea el caos entre los suyos, en su partido y entre la población de sus gobernados, para posteriormente intervenir y corregir los malos manejos, como por ejemplo ascensos de militares, alzas de precios, cambios de ministros, etc., para quedar como el salvador, héroe y precursos de su bien amado pueblo.
Confiemos en que luego de su relevo de fiestas patrias del presente año, salga de su palacio y se vaya con sus egolatrías a su otro palacio en las riberas del río Sena juntamente que su familia y sus hijos putativos.
MARCO SANTOS DLG
http://PARNASOPPSLIBRESXXIBLOGSPOT.com