GEOPOLITICA DEL HUMALISMO

Ante la entrega de territorios peruanos por parte del actual gobierno en el litoral de Ilo a las FFAA bolivianas para que construyan instalaciones navales de instrucción y operaciones, el pueblo peruano no ha protestado ni hecho conocer su rechazo ante semejante afrenta propia de los vendepatrias, en clara demostración del abandono moral y carencia de interés por todo lo que signifique defensa y protección de los bienes materiales y simbólicos de nuestra nación, que vienen a conformar el legado e nuestros antepasados, logrado y ganado en cruentos enfrentamientos o pacificas decisiones, las mismas que están protegidas por las leyes vigentes, las FFAA y el mismo pueblo.
Pero lo que causa asombro a propios y extraños es el silencio sepulcral del lider del partido nacionalista Ollanta Humala, que otrora se dirigía a la mismísima frontera chilena con beligerancia y las armas en ristre para reclamar y protestar por el problema limítrofe con los araucanos. De cualquier partido e ideología del Perú se puede esperar este silencio cómplice y traidor, pero no de los nacionalistas que dicen existir y morir por la defensa de los sagrados intereses de nuestra nación y de la patria.
Empero es facil de colegir los motivos de semejante omisión y silencio, ya que manteniendo la boca cerrada evitará rozamientos y conflictos ideológicos y políticos con Evo Morales y consiguientemente con el hacedor de estos Hugo Chavez.
Esta es pues la realidad del movimiento nacionalista de propiedad de Humala que flamea falsas banderas de reinvindicación y seguridad nacional y que busca el poder con promesas demagógicas unidas con el cordón umbilical del chavismo y moralismo boliviano.
El auténtico pueblo peruano nacionalista debe tomar debida nota de los lobos disfrazados de cordero en estas circunstancias pre electorales generales, ya que conocerá de cuerpo entero no solo a los falsos nacionalistas y falsos defensores de la seguridad de la patria, sino a los militares que dirigen a las instituciones tutelares del Perú que lejos de hacer conocer su posición ante la población y el gobierno se dedica a condecorar todos los días a los congresistas gobiernistas y regalarles uniformes, espadas, galones y colocarles chapitas de gaseosa en el pecho y los partidos de otros colores pero igual de traidores, que estamos seguros ni saben de la existencia de semejante atropello a la soberanía nacional y traición a los intereses de dignidad.
MARCO V. SANTOS
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