martes, 22 de septiembre de 2009

NOCHE DE ALCARAVANES
Aldo Mariátegui y sus fiscales
Por : MARSANGAL
Resulta que el fasistoide Aldo Mariátegui que por mala leche es nieto del Amauta José Carlos Mariátegui, no solo se ha dedicado a denostar y menospreciar la mala ortografía de algunos congresistas autóctonos y analfabetos elegidos por el pueblo y tratar como sarnosos y sin oxígeno en el cerebro a todo ciudadano provinciano o serrano que se le asome en la punta de la nariz, como digno sobrino de la Hildebrandt, sino que se ha unido con algunos fiscales de turno, de taco y barba tipo perilla, para ordenar que jóvenes universitarios que protestan pintarrajeando paredes contra el genocidio de Bagua se vayan a la chirona, bajo el argumento de ser terroristas que atentan contra el buen manejo del Estado y su estamento público.
El salir a la TV cada semana con el dinero del pueblo y dar clases de jurisprudencia y derecho y ser heredero de conspícuos gobiernistas, cree esta autoridad que puede decidir y anular de un plumazo el derecho ciudadano de los jóvenes que protestan por el mal manejo y el abuso del poder.
En pleno siglo XXI tenemos que recordar que los fiscales y jueces de los terratenientes y capataces de los años cuarenta hoy en día ya no existen, y solo están en la mente desfasada y desubicada de ciudadanos que ostentan poder por favores políticos.
Si es que en algún momento don Yehude Símon, emerretista y flamante seguidor del pensamiento de Haya de la Torre, decide irse con el rabo entre las piernas a sus cuarteles de invierno, luego de archivar las nefastas leyes del perro del hortelano, debe hacerlo llevando en sus alforjas a sus autoridades ineptas y sin sangre en el rostro.
Las familias de los detenidos por hacer pintas, sufren tanto como los de los aborígenes muertos y desaparecidos, y estamos seguros que algunos defensores del ministerio público les interesa un comino.
El respeto y conocimiento del principio de autoridad no solo se desvanece en las manos del policía coimero, del alcalde nepotista o del presidente regional corrupto, sino también cuando algunas autoridades defensoras de la justicia y el derecho ciudadano, abusan de algunas de sus prerrogativas y hacen lo que les da la gana con los ciudadanos humildes y desempleados. Estas actitudes de los pusilánimes con poder, son caldo de cultivo de la anarquía institucionalizada, que mañana más tarde obligan a la convivencia con el caos y el desorden.
Los ciudadanos que ostentan poder momentáneo como fiscales de pueblos de primera o quinta categoría, saben muy bien que los padrinazgos también son efímeros y pasajeros y que mañana más tarde se verán en la encrucijada de pedir perdón al pueblo o irse del país.
El pueblo cusqueño, cansado de autoridades corruptas elegidas por el pueblo o nombradas a dedo, espera que los jóvenes y adolescentes pinta paredes, luego de salir libres, sean resarcidos y reivindicados en su dignidad y valía de seres humanos, tal como lo ampara la Constitución Política aún vigente y la declaración universal de los Derechos Humanos.
Así como se actúa con prisa y celeridad en estos casos, también el pueblo quiere que se detenga y ponga a buen recaudo a los autores de peculado en uso, malversación de fondos y especialmente a los acosadores laborales y violadores sexuales, que caminan orondos inaugurando obras y dilapidando el dinero del pueblo en actitudes de machos cabríos con medallas entre pecho y espalda y llevando en las manos varas de mando forradas de plata barata y de mal cuño.
Si el Amauta José Carlos Mariátegui hubiera sabido la clase de descendencia y amigotes de estos que iba a tener, lejos de escribir los Siete Ensayos de la Realidad Peruana, pro socialista y de admiración mundial, se hubiera convertido en ensayista de las mil realidades corruptas y de las siete reglas para evitar descendencias indeseadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario