martes, 22 de septiembre de 2009

NOCHE DE ALCARAVANES
Somos una teta asustada ante
las verdades del chileno Foxley
Marco Santos DLG.
El Canciller chileno Foxley se expresó en forma denigrante cuando los trató de elementos desfasados del siglo ante pasado, o sea como unos cavernícolas a los políticos nacional socialistas del Perú, cuando estos reclamaron la inconstitucionalidad de la firma del Tratado de Libre Comercio con el país sureño lo que alborotó el cotarro político en Lima, a sabiendas que tiene la razón, por cuanto los políticos de las distintas bancadas, partidos y movimientos existentes actualmente en el Perú, que gobiernan a espaldas del pueblo y buscan el bienestar de un sector poblacional minúsculo, en detrimento de las grandes mayorías desfavorecidas que no cuentan con carné partidario, aplican planes políticos de trabajo, promulgan leyes y efectúan la venta de los servicios básicos y estratégicos como son el transporte aéreo, la explotación de los recursos mineros y gasíferos, la administración financiera de la banca privada, la energía eléctrica, la participación indiscriminada en el rubro del turismo, la hotelería y conexos, el monopolio de las harinas para la fabricación de pan y de los grandes almacenes a los grandes capitales mapochinos, que han invadido en forma pasiva y encubierta de norte a sur y de este a oeste el territorio patrio, en forma similar, cual copia grotesca a la perpetrada el siglo antepasado (1879), en donde las tropas de Patricio Lynch y su brigada sétima de caballería arrasaron totalmente Lima, con la complicidad de los gobernantes y políticos cobardes y felones de ese entonces, robando y apropiándose a sangre y fuego la riqueza material, pecuniaria y cultural de nuestra nación, resultando ricos y potentados con el oro del Perú, y que en este siglo XXI les permite vivir a cuerpo de rey, no obstante de tener una franja territorial desértica bañada en alquitrán, sin agua, vegetación ni sombra y dar cabida a su canciller Foxley que por cierto es el fruto de las relaciones sado masoquistas de sus padres, a obrar como lo a hecho hace unos días, haciendo cumplir el dicho de que: “el país que tiene plata y armas hace y dice lo que quiere, especialmente si el oponente es el Perú”.
Los actuales gobernantes de Chile encabezados por la Bachelet, Foxley y sus congéneres que son nada más y nada menos que la reencarnación de Pinochet y Lynch, saben que no solamente los políticos peruanos viven en el siglo ante pasado, sino también sus FF.AA. con sus oficiales y tropas incluidas y su población y ciudadanía en general, y esto nos lo dicen con sus actitudes matonescas propia de los huasos araucanos, cuando afirman que se están armando para proteger, garantizar y defender los intereses de sus grandes inversiones internacionales, vale decir las existentes en el Perú; resultando que no podremos fiscalizar malos manejos administrativos y operativos de sus empresas en nuestro país, ya que por la razón o por la fuerza ellos vencerán.
Alguna vez Pinochet maldijo el accionar de Patricio Lynch en la invasión y carnicería de Lima, ya que lo responsabilizó de no haber invadido totalmente nuestra patria, rica en agua dulce, tierras de sembrío, selvas, valles, minería, cultura ancestral y patrimonio histórico, que ahora les permitiría ser dueños de Machupicchu, del Parque Nacional del Manú, del río Amazonas y sus afluentes, por decir lo menos, resultando todo lo contrario la realidad de los hijos de Caupolican y su pasado tribal.
Para Foxley no solo los politicastros nacionalistas son trogloditas sino que también lo son nuestro material bélico por lo obsoleto de su armamento y equipos que data de hace 40 años, sin planes de renovación ni partidas para su inversión, gracias a su actual antiministro Flores Araoz, enemigo natural de las tropas peruanas por sus antecedentes familiares, quien viene autorizando a que la oficialidad y las tropas se dedican a participar en cuanta fiesta patronal, religiosa o carnavalesca exista en pueblos y villorrios, contando con una esmerada coreografía y preparación con muchos meses de anticipación.
Las palabras del chileno Foxley no deben dejarnos como una teta asustada, sino que deben servirnos de advertencia y ser tomadas como una seria amenaza para todo peruano bien nacido, que no tenga otro interés que el de salvaguardar a los suyos, su bienestar y la integridad del territorio patrio, por que finalmente quien nos defenderá en un supuesto conflicto bélico con los del sur, será la población civil como nos lo dice la experiencia de nuestra historia.

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